El Villarreal acusó el cansancio y las ausencias en un partido que se tomó como un entrenamiento, a diferencia de su filial, que con más tensión competitiva dio la vuelta al gol de Leo Suárez al cuarto de hora para acabar ganando el amistoso con los tantos de Franco Acosta y Genís (1-2).

La ropa que lucían ambos conjuntos ya hacía presagiar sus intenciones. Mientras el remozado Villarreal B de Javi Calleja se enfundó el habitual uniforme amarillo, los de Escribá portaron la ropa de entrenamiento... y así jugaron unos y otros. Lógicamente la calidad de los mayores es superior y lo cierto es que tanto Bakambu en la primera mitad como el debutante Enes Ünal en la segunda dispusieron de ocasiones suficientes como para dar la victoria a los suyos, pero la falta de puntería del Villarreal y las ganas de agradar de su enchufado filial provocaron que el primer partido del curso 17/18 concluyera con victoria para los cachorros, entre los que destacó Leandro, asistente en los dos goles.

SIN MEDIOCENTROS // Pocos equipos en Europa pueden presumir de contar con cuatro pivotes del nivel de Bruno, Trigueros, Rodrigo y Jonathan. Pues bien, por unos u otros motivos ninguno de los cuatro estuvo a las órdenes de Escribá. Sin que sirva de excusa —pues por potencial lógicamente un equipo de Primera es superior al de otro de Segunda B—, el primer equipo acusó la ausencia de sus cerebros en la construcción.

Sin los directores de orquesta, en la primera mitad destacó sobre el resto de sus compañeros Bakambu. El delantero tenía ganas de celebrar su reciente renovación con un gol, pero se topó con un inspirado Diego Fuoli.

Tras el descanso —cada mitad duró 40 minutos que fueron interrumpidos por una pausa para reponer energías—, los mejores en el conjunto de Fran Escribá fueron los laterales, Mario Gaspar y Adrián Marín. El primer dispuso una gran ocasión para marcar y asistió a Enes Ünal un gran balón que no fue rematado a las redes por el turco por centímetros. También pudo marcar el recién llegado tras una asistencia medida de Marín, pero ante la salida de Ander Cantero, el 9 picó el balón sin la precisión necesaria.

Por su parte, Nicola Sansone intentó hacer la guerra por su cuenta y cerca estuvo de estrenarse en pretemporada marcando, aunque tanto el internacional italiano como sus compañeros acusaron las duras dobles sesiones programadas por Fran Escribá y su equipo de trabajo en estos días.

Sin más conclusiones a las derrota que esta, destacar la ilusión que se respiró en la grada por parte de los aproximadamente 500 aficionados del Villarreal que se dieron cita para ver a los suyos. Se palpó que hay ganas de fútbol y por si fuera poco este será el único partido de pretemporada que se podrá ver en Vila-real ante las obras del estadio.