Todos los males que se le achacaban al Villarreal anterior a la pandemia del covid-19 han desaparecido como por arte de magia. Aquel equipo al que se le criticaba no saber matar partidos que tenía encarrilados o, en su propia área, regalar jugadas en momentos clave para dejar escapar ventajas parece haber hecho un cursillo acelerado de practicidad llevada al extremo.

Ningún equipo de esta Liga exprés puede presumir de una efectividad tan manifiesta como la del Submarino. Sigue costando marcar goles, pero los pocos que llegan alcanzan una rentabilidad máxima. Los goles de Trigueros (en Vigo), de Bacca (en La Cerámica ante el Mallorca) y Gerard Moreno (el pasado viernes en Granada) se han multiplicado por tres para sumar esos nueve puntos que, a día de hoy, coloca a los de Calleja con puntuación de Europa League —a expensas de lo que haga hoy la Real Sociedad— y muy cerca de una Champions que parecía totalmente inabordable antes de la suspensión de la competición.

Calleja encadena tres triunfos por primera vez desde su estreno en el banquillo amarillo

Con 24 puntos por delante, todo vuelve a ser posible para el equipo de un Javier Calleja al que el magnífico arranque de esta Liga exprés también le ha reportado registros nunca antes alcanzados. Desde que se hizo cargo del banquillo groguet, el madrileño nunca había conseguido encadenar tres triunfos consecutivos, así como tampoco su equipo había sido capaz de mantener la portería imbatida más de 270 minutos, como ha hecho ahora.

Para encontrar una racha mejor que la actual hay que remontarse hasta la Liga 2015/16 cuando el equipo dirigido entonces por Marcelino sumó seis triunfos consecutivos, entre las jornadas 14ª y 19ª. Esa misma campaña, el Submarino también fue capaz de mantenerse sin recibir goles durante seis jornadas, de la 22ª a la 27ª. Repetir ahora esa racha podría valer un regreso a Europa.