El Villarreal sufrió ayer en Nyón la primera consecuencia negativa de su segunda plaza en el grupo L de la liguilla de la Europa League. Las probabilidades de poder esquivar en los dieciseisavos de final a uno de los favoritos eran mínimas, y así se demostró en el sorteo. Los amarillos tendrán que hacer frente en su regreso a la competición continental a la Roma, uno de los cocos que estaban instalados en el bombo de los cabezas de serie, junto al Tottenham, la Fiorentina, el Schalke 04 o el Shakhtar Donetsk, el único de los clasificados que culminó la fase de grupos con pleno de victorias.

«Puede que fuera el peor rival posible. Estamos destinados a enfrentarnos a equipos muy complicados en las eliminatorias; el año pasado fue igual», señalaba Marcos Senna, que ayer representó al club amarillo en la sede de la UEFA, recordando el complicado camino que los amarillos tuvieron la pasada campaña y que iniciaron ante el Nápoles, un equipo, hoy por hoy, con un potencial similar al de los romanos.

También como entonces, el Submarino —jugará la ida en el Madrigal el 16 de febrero a las 21.05 horas— tendrá que dilucidar su pase a octavos en campo ajeno —en el Olímpico, el 23 de febrero, a las 19.00—, una constante que se repitió hasta las semifinales contra el Liverpool. «Es una eliminatoria para demostrar que queremos llegar lo más lejor posible en la Europa League», apuntó Senna, que espera que cuando el torneo regrese a escena las sensaciones del equipo de Escribá hayan mejorado.

Por su parte, Mario espera una eliminatoria «bonita» y a la vez «complicada» ante uno de los «favoritos». «Es un grande de Italia, pero lo afrontamos con la mentalidad de que podemos pasar», señaló el lateral del Villarreal.

LOS OTROS ESPAÑOLES / Tampoco al Celta le espera un camino de rosas para superar los dieciseisavos. Se enfrentará al Shakhtar, que ha contado sus partidos por victorias en la liguilla, con 21 goles a favor y solo cinco en contra. De los españoles, solo el Athletic se fue de Nyón satisfecho con el resultado del sorteo. El APOEL chipriota parece un rival más que asequible para los de Ernesto Valverde.