Depender de sí mismo siempre es un plus. Y no haber caído en zona de descenso una liberación mental importante. El Villarreal viajó ayer a Sevilla muy vivo en la clasificación. El Submarino cierra la jornada número 30 ante el Betis conociendo los resultados de sus directos rivales. Con el agua al cuello y con pocas opciones de fallar, pero sus objetivos pasan por sus propios méritos o deméritos. Lo positivo es que en la pelea por la permanencia se han metido también el Levante y el Girona, además de Valladolid, Celta e incluso el Rayo, tras ganarle al Valencia... y un poco más descolgado el Huesca.

Eso es lo que marca la teoría, los números y los datos que se traducen de ese cuarto puesto por la cola, en la frontera entre Primera y Segunda donde está el Submarino ahora mismo.

¿QUÉ CARA VEREMOS? / Un Villarreal con dos caras. Una la que descubre la clasificación y otra la que se desprende de su juego, en muchos momentos del partido brillante y estético, como el de los mejores tiempos del equipo amarillo. Las sensaciones son muy diferentes en el campo.

En el verde, los groguets continúan manteniendo ese aroma de equipo grande, que siempre mira de frente y a los ojos a cualquier rival. Un conjunto que es capaz de darle la vuelta a un 0-2 al Barça, el mejor equipo y con el mejor jugador del planeta fútbol, y ponerse con un 4-2 a favor, después de plantarse en Balaídos con un 0-2 a favor, que incluso pudo ser más amplio.

Es la botella, podríamos decir, tres cuartos llena, porque el cuarto siguiente se vacía en acciones puntuales que tiran por la borda todo lo muy bueno que continúa haciendo este equipo de Javi Calleja. Al Submarino no se le ha olvidado jugar al fútbol.

CON MUCHA PRESIÓN / Esta noche (20.45 horas) volverá a jugar con la máxima presión, una situación a la que ya se ha acostumbrado desde hace meses. Y eso también es un plus, frente a otros de sus enemigos en esa lucha por escaparse del descenso. Calleja tendrá hasta siete futbolistas que son baja en la citación: Miguelón, Trigueros, Bruno, Javi Fuego y Jaume Costa, por lesión, y Álvaro y Fornals, sancionados.

La gran novedad de la citación es la vuelta de Gerard Moreno, lo que ofrece una alternativa más para el ataque, precisamente la parcela que mejor y más rendimiento ha ofrecido. Los cuatro goles al Barça, después de marcar dos en Vigo, son la mejor prueba, pero un dato más evidente es el elevado número de llegadas al área rival, y que se superara en posesión de balón incluso a los culés, acostumbrados a ganar ampliamente en porcentaje en la tenencia de la pelota.

Solo hay que cerrar la hemorragia defensiva, más por cuestiones individuales, que por un balance negativo en el aspecto colectivo. El Submarino defiende bien como bloque, una mejoría ostensible desde que el técnico implantó la defensa de cinco, pero que ha sufrido el lastre de los fallos individuales o a balón parado, puesto que más de la mitad de los tantos recibidos llegaron de libre directo, penalti o saque de esquina.

El once inicial no diferirá del que tuvo contra las cuerdas al Barça hace cinco días en La Cerámica, con la única posible novedad del regreso de Bonera. Como decía Luis Aragonés, hoy toca ganar, ganar, ganar y ganar al Betis. Sí, se puede. El Villarreal tiene que sacar partido, en forma de resultados, de su buen juego.