El Covid-19 y la incertidumbre de cúando se podrá asistir con normalidad a un campo de fútbol eran obstáculos que parecían difíciles de superar para el Villarreal a la hora de presentar su nueva campaña de abonados, que arrancó el pasado 1 de septiembre.

Las previsiones de la fecha en la que los clubs podrán abrir sus puertas son solo especulaciones en este momento, ante los rebrotes por contagios de coronavirus que se están produciendo en todo el país. Incluso se apunta que hasta principios de 2021 no podrá asistir la afición a los estadios.

En los momentos difíciles es cuando hay que mostrar la fidelidad al club al que quieres. Y el Villarreal ha logrado enganchar a mas de 10.000 abonados en solo diez días de campaña, lo que supone una media de mil por jornada, teniendo en cuenta que entre medio había un fin de semana no hábil.

Además, el club ha logrado un total de 300 altas nuevas en este periodo de tiempo. La previsión del Villarreal es conseguir el respaldo de su masa social cifrada en alrededor de 19.000 abonados en el último ejercicio. El club sacó a la luz unas excelentes condiciones para la renovación de los abonos con descuentos muy importantes para esta temporada y garantizando la devolución para la siguiente de los partidos a los que no se pueda acudir. Fernando Roig también ofreció la opción de devolución del importe proporcional a los partidos que no hubieran podido acudir los abonados, medida a la que solo se han acogido apenas dos centenares de socios.

La ilusión por el nuevo proyecto groguet ha enganchado de nuevo a la afición que, de momento, no podrá asistir al estadio de la Cerámica y tendrá que sufrir desde casa.