El Villarreal acumula decenas de partidos a domicilio europeos en su historia, pero pocos, por no decir ninguno, con las características que el que hoy afronta para medirse mañana al Osmanlispor. Es un viaje largo (casi 3.000 kilómetros) y prolongado (no regresarán hasta el viernes por la tarde), rodeado, además, de excepcionales medidas de seguridad por la situación del país, que convive con la amenaza terrorista y los graves problemas políticos internos que han provocado que, desde julio, Ankara viva en estado de emergencia, a raíz de un intento de golpe de Estado. Esta peculiaridad, y el hecho de que pernocten dos noches fuera, aligeran la expedición amarilla hasta convertirla en la más reducida de los últimos tiempos.

Los amarillos se ejercitarán a las 10 de esta mañana en la Ciudad Deportiva (a puerta cerrada) para a continuación desplazarse al aeropuerto (salida a las 13.45 horas). Serán algo más cinco horas de vuelo para aterrizar en un país con otro horario (allí es una hora más). La rueda de prensa de Escribá y un futbolista será en el mismo hotel de concentración, en Ankara, al que llegarán del aeropuerto bajo una fuerte escolta de la policía militar de Turquía, que velará por la seguridad de los amarillos en todo momento.

RECLUIDOS // La consigna será no abandonar el cuartel general, sino es para ir y volver al Osmanli Stadi y, el viernes por la mañana, para ejercitarse en las instalaciones del club otomano, antes de emprender el regreso a Vila-real, bien entrada la tarde, con apenas 48 horas de margen antes del partido contra el Las Palmas (menos mal que será en El Madrigal porque de lo contrario...).

El Villarreal viajará sin aficionados. La representación oficial correrá a cargo del vicepresidente José Manuel Llaneza y el responsable de las relaciones institucionales, Marcos Senna (no lo harán ni Fernando Roig, ni tampoco Roig Negueroles).

Desde hace justo un año, Ankara vive en el centro de la diana del terrorismo (tanto vinculado al Estado Islámico como al conflicto turco), habiendo sido escenario de atentados que han costado decenas de muertos. Además, hay que sumar el intento de golpe de estado del 20 de julio y las consecuentes represalias. El lunes mismo, el gobierno prohibía, «por riesgo de ataques terroristas», todo tipo de reuniones públicas. Aunque, de momento, el fútbol quede al margen... H