El Real Madrid ya es líder gracias a los goles de Vinicius y Rodrygo, sus jóvenes perlas brasileñas, que premiaron la valiente apuesta de Zidane por la segunda unidad para infligir la primera derrota del curso a Osasuna (2-0).

Zizou ganó una Liga con la segunda unidad. El título que más valora el francés, por encima de la racha histórica de conquistas de Champions, con valentía, arriesgando con una segunda unidad que no le falló. Anoche, ante Osasuna, comenzó a probar la nueva camada. Con ocho cambios en el once que provocaron un riesgo que asume. Sus jugadores necesitan confianza y solo creerán su mensaje si lo cumple dándoles minutos.

La plaga de lesiones provocó que el paso al plan B fuese aún más llamativo, si bien Osasuna le planteó problemas. El Real Madrid pasaba de la imagen solidaria y fortaleza defensiva del Pizjuán a dudas en su inicio. Añoraba la figura de un referente entre líneas. Jugadores del perfil de James, Modric o Isco que superan barreras con facilidad y se asocian con los jugadores de ataque. Eso nunca lo darían Casemiro, Fede Valverde y Kroos en el experimento más rocoso para la medular de Zidane.

Lo poco que generó en ataque, llegó gracias a acciones individuales. Arranques de Vinicius con ganas de demostrar. Apareció el brasileño con papel de salvador. Recibió algún silbido a su descaro, cuando perdió la pelota regateando, pero lo compensó con un derechazo desde la frontal que se benefició del toque de la defensa rival para crear una parábola imparable. En su celebración, conteniendo como pudo las lágrimas, sacó a relucir la ansiedad que sufría por no marcar. Ocho meses sin hacerlo y muchas oportunidades desaprovechadas en la gestación de un problema que encaró con firmeza.

Se liberó Vinicius que, de golpe, pasó a ser el referente del pasado curso en ataque. La pidió siempre, encaró, volvió a chutar buscando el doblete... En el otro área debutaba con firmeza Areola, exhibiendo un poderío aéreo que hacía tiempo no se veía en el Bernabéu y que, rápido en la salida, evitó la ocasión de Cardona.

Los pamplonicas no le perdieron la cara al encuentro. Y ahí estuvieron hasta que, a menos de 20 minutos del final, anulado un tanto a Jovic, apareció Rodrygo para los segundos de su estreno con la camiseta blanca, colocar el 2-0, ya inalcanzable para un Madrid que, con otro equipo muy cambiado, jugará el sábado en el Wanda Metropolitano.