La recuperación de Santi Cáseres llega en un momento clave para el Villarreal. El esfuerzo del joven futbolista argentino en su puesta a punto, que ha adelantado unas dos semanas sobre los plazos inicialmente previstos por los servicios médicos del club, ha sido agradecido especialmente por su entrenador, Javier Calleja, al que el regreso competitivo del ex de Vélez Sarsfield le evita más de un dolor de cabeza de cara a la final que este jueves afrontará el Submarino en la fase de grupos de la Europa League, obligado a no fallar para que las opciones de estar a partir de febrero en las eliminatorias decisivas del torneo se mantengan en todo lo alto tras el irregular inicio de temporada que también ha afectado en la competición continental.

La vitamina que puede aportar Cáseres al Villarreal en el choque ante el Rapid de Viena se presume fundamental para un equipo que si ya en la Liga está limitado por los problemas en la zona de mediocentros ve como en Europa las posibilidades menguan un poco más por la imposibilidad de poder alinear a Iturra, cuya llegada se produjo ya con el plazo de inscripciones ante la UEFA cerrado. Así, el buen desempeño del chileno ante el Atlético de Madrid, en su primera titularidad con la camsieta amarilla, no tendrá continuidad el jueves.

Tampoco parece que la otra solución de urgencia que Javier Calleja puso en práctica durante la convalecencia del centrocampista argentino, la de su compatriota Funes Mori, vaya a volver el el choque de Europa League, toda vez que el central reconvertido a pivote por las circunstancias es más necesario en estos momentos en su demarcacion natural ante los problemas que sufre en los últimos días Víctor Ruiz.

Así, la irrupción de Santi Cáseres llega en el momento justo. El pasado sábado, en la visita del Atlético de Madrid a La Cerámica, el joven mediocentro de 21 años demostró que el esguince en la rodilla que sufrió en el último día del pasado agosto ya es tan solo un mal recuerdo de su primera temporada en el fútbol español.

VISTO BUENO ANTE EL ATLÉTICO

Cáseres tuvo 20 minutos por delante ante los colchoneros para retomar el pulso competitivo olvidado en las últimas siete semanas y confirmó que, si Calleja lo decide, está preparado para volver a la titularidad en un encuentro tan exigente como lo será el próximo ante el Rapid de Viena, con el premio de volver a situar al Villarreal entre los dos mejores del grupo G de la Europa League en juego. El del sábado, como el propio Cáseres valoró, fue «un buen punto de partida» para volver a ver al futbolista determinantes de las primeras jornadas de Liga. Sin rastro de los problemas físicos, la primera toma de contacto ante el Atlético vio a un Santi Cáseres seguro y que completó con un 87% de efectividad todos los pases que intentó frente a los de Simeone. La fortaleza que aporta Cáseres a la medular —pese a su apariencia frágil— puede incrementarse con el nuevo sistema implantado por Calleja ante el Atlético de Madrid, un 4-2-3-1 que permitirá al mediocentro argentino estar más desahogado en el campo que con el rombo en el que se manejó en sus primeros encuentros en el fútbol español.

SIN NOTICIAS DE BRUNO

Con el argentino de nuevo en escena, a Calleja se le reabren las posibilidades para mantener firme la columna vertebral del centro del campo, que ha vivido situaciones de verdadero estrés esta temporada tras la lesión de Cáseres en la tercera jornada de Liga, el periodo de adaptación de Iturra y, sobre todo, las prolongadas bajas de Bruno Soriano y Javi Fuego. Del primero no hay novedades sobre una recuperación que ya va camino de los 15 meses, después de los tres previstos en julio del pasado año, cuando el de Artana decidió pasar por el quirófano tras acabar con muchas molestias la Liga 2016/2017. Tras su intervención en la tibia izquierda los problemas se han ido acumulando, uno tras otro, para el de Artana. Tampoco las dos semanas anunciadas por el club el pasado agosto para volver a verle trabajando con normalidad han sido un pronóstico fiable.

De momento, el retorno a la competición de Santi Cáseres seguirá permitiendo minimizar la baja más larga y, sobre todo, relevante que ha tenido que soportar el Submarino en su ya dilatada travesía en la élite.