Cuando tenía cinco años, sus padres se divorciaron y decidieron que la niña se criara en casa de sus tíos, a los que ahora llama "verdaderos padres". Cuando tenía 12 años, éstos decidieron enviarla a un centro de alto rendimiento a Pekín. Tras una visita breve por la celebración del Nuevo Año Chino, reclamó su atención para no volver a la residencia: lloró, gritó y pidió que no le dejaran en el tren. "Mañana volveremos a por ti", prometieron. Ese momento nunca llegó, pero Wang-Shuang admite que esa infancia le hizo fuerte para afrontar una vida alrededor de un balón de fútbol.

"Siempre me decían que no tenía talento", explicaba en The Players Tribune. "Crecí con dudas, pero es esa exigencia la que me ha hecho ser quien soy hoy. La gente intentaba hundirme, incluso mis entrenadores me ridiculizaron. Eso me ha hecho tener un lado vulnerable que intento no mostrar. La gente suele pensar que soy alegre y optimista, pero no es así".

El fútbol era su escaparate. El abandono de sus padres y el encierro en el colegio hicieron que la estrella de China en el Mundial femenino de fútbol que se disputa en Francia tratara el balón como vía de escape a las carencias afectivas que tenía.

PROGRESIÓN IMPARABLE

Su calidad no dejó lugar a dudas para quienes le dieron la oportunidad de demostrar su valía. A los 12 años ya entrenaba con la selección sub-17. Cinco años después, en enero de 2013, fue convocada con la absoluta: "No tenía confianza en mí misma. En absoluto. El técnico me dijo que necesitaba una jugadora como yo. Me necesitaban! Tuve que comprobar si lo había escuchado bien", explica.

Su primer partido lo jugó desde el banquillo. A escasa media hora del final y con empate a cero en el marcador, el entrenador confió en ella. "Casi le rogué que no lo hiciera". Estaba nerviosa. La ansiedad le pudo y se pasó todo el tiempo corriendo sin pensar. "20 minutos más tarde, me quitó". La primera lección estaba aprendida.

Desde entonces, su carrera no ha hecho más que mejorar. Única componente del equipo asiático que no juega en su país, y pese a no jugar en el partido ante Sudáfrica, Wang-Shuang es la estrella del rival de España en esta primera fWan Shuang, estrella de China, en acción en el partido ante Sudáfrica del Mundial / RICHARD HEATHCOTE (GETTY IMAGES)ase. Primera china en marcar en la Champions League y jugadora del PSGdonde comparte vestuario con la central española Irene Pardessu país espera de ella trabajo y liderazgo. "Ella siempre se sacrifica por el bien común", explicó durante la concentración el técnico Jia Xiuquan.