Golden State se encuentra al borde de la eliminación en la final de la Conferencia Oeste tras volver a caer en Oklahoma por 118-94 ante unos intratables Thunder. Con esta derrota, los vigentes campeones de la NBA pierden en la eliminatoria por 3-1 y necesitan ganar los tres partidos que restan si no quieren despedirse de la gran final por el anillo. El primer match ball será de nuevo en Oakland en un quinto partido que podría suponer el prematuro adiós a la temporada del gran favorito al título.

Que la noche iba ser complicada para los de Steve Kerr se atisbó ya en el primer cuarto cuando, tras unos primeros minutos de tanteo, OKC endosó a los californianos un parcial de 16-0 aprovechando las pérdidas de balón y los errores en el lanzamiento de Stephen Curry. El MVP de la temporada, eso sí, se las ingenió para, desde la línea de personal, mantener vivos a los suyos al término del primer parcial (30-26). Pero fue un espejismo, ya que en el segundo cuarto la irrupción de Russell Westbrook (21 puntos al descanso) y la contundencia defensiva de Serge Ibaka, que acabó con 17 puntos y 7 rebotes, frenó en seco la ofensiva de Golden State con un desaparecido Draymond Green (6 puntos) y un mermado Curry (19 puntos en total con un 6 de 20 en tiros). Kerr defendió a su estrella al final del partido afirmando que "regresa de una lesión de rodilla, pero no está lesionado. Sólo tuvo una mala noche".

THOMPSON, AL RESCATE

En la reanudación, Klay Thompson, sentado en el segundo cuarto por personales, rescató a los suyos con 19 puntos consecutivos para recortar diferencias. Pero de nuevo Westbrook, que firmó un triple-doble de 36 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias, y un inspirado Kevin Durant, que añadió 26 tantos, cortaron las alas de los Warriors que acabaron con un -12 el tercer cuarto (94-82), a lo que no pudieron responder durante el último parcial.

Fiesta y de las grandes en Oklahoma que ve cada vez más cerca el retorno a unas finales y crisis en unos Warriors que pierden por primera vez en el curso dos encuentros consecutivos. "Es en gran parte mi responsabilidad. Tengo que jugar mejor", declaró un Curry que deberá liderar al equipo con el mejor récord de victorias en temporada regular hacia el más difícil todavía si quiere seguir aspirando a mantener el cetro de la NBA.