Peyragudes (Tour 2012) era una llegada inédita, un brazo del Peyresourde, en los Pirineos, convertido en estación de esquí y que en el 2017 retorna por segunda vez al guion de la ronda francesa. El mismo día en el que Rafael Nadal anunciaba su renuncia a los Juegos de Londres, Alejandro Valverde, olvidado por la general de la 'grande boucle', se fugó en busca de la victoria que consiguió. Pero cuando, tras larga escapada, las fuerzas comenzaban a traicionar al corredor murciano, se produjo el milagro, en forma de discusión, el inicio del divorcio y el fin de las buenas relaciones entre Chris Froome, tres veces triunfador en los Campos Elíseos, y Bradley Wiggins, vencedor de aquella edición y quien este miércoles ha anunciado oficialmente su retirada del ciclismo profesional.

Froome, segundo de la general, convencido de que podía ganar el Tour 2012, gregario de Wiggins en el Sky, atacó al jefe. Aceleró, se fue a la caza de Valverde, a quien a buen seguro habría pillado, y escuchó el grito desesperado de 'Wiggo', quien todavía no había recibido el rango de 'sir', de señor del Imperio Británico. Lo obligó a frenar, orden que le confirmaron desde el coche de equipo. Por la noche se rompió el idilio entre ambos. Wiggins ganó en París pero no regresó al Tour nunca más y en el 2015, tras la París-Roubaix, dejó la gran escuadra de su país.

LA NUEVA VIDA PROFESIONAL

Desde Peyragudes nada volvió a ser igual para Wiggins. El Sky apostó abiertamente por Froome. Lo llevaron al Giro, pero el agua y el resfriado lo tumbaron y decidió apostar por las gestas individuales: el oro en la contrarreloj del Mundial de Ponferrada y su última medalla olímpica, de las nueve que consiguió, en los Juegos de Río.

"He vivido un sueño y he cumplido mi aspiración con el deporte del que me enamoró a los 12 años. He conocido a mis ídolos y he montado con ellos durante 20 años. El 2016 marca el fin de mi carrera con los pies en el suelo y la cabeza en las nubes. Los niños de Kilburn (el barrio londinense donde reside) ganarán ahora los Oros Olímpicos y el Tour de Francia", ha escrito Wiggins en su página de Facebook para oficializar la retirada a los 36 años. Cuelga la bici el corredor espigado, que a principios de siglo aspiraba a destacar en el llano y ganar contrarrelojes, que creció como corredor en el conjunto Cofidis, que se creyó una figura cuando llegó al equipo Garmin y que explotó definitivamente al compás de un Sky que. como él, se proponía dominar el ciclismo mundial.

EL PALMARÉS

Enturbiado en los últimos días por la entrega de un paquete sospechoso en el Dauphiné del 2011, del que ha salido libre de culpa, y con un palmarés extraordinario, 'Wiggo' se enamoró del ciclismo queriendo imitar a su ídolo de la niñez, Miguel Induráin, cuyo póster colgaba en su habitación. El chaval que repudiaba a su padre, porque, a pesar de ser ciclista, era un alcohólico que abandonó a su madre, se hizo un triunfador: Tour del 2012, 6 oros, 1 plata y 2 bronces olímpicos, 1 oro y 2 platas en Mundiales de carretera, 7 oros, 4 platas y 1 bronce en Mundiales de pista iluminan un palmarés en el que también destacan una París-Niza, un Tour de Romandía y un Dauphiné, triunfos logrados en su mágico 2012.