Es un jugador diferente, se ve en cualquier entrenamiento, es un espectáculo». «Es el mejor mediapunta al que podíamos aspirar en el mercado». «Ya lo veréis: nos va a dar un salto de calidad». Así definen compañeros, técnicos y directivos a William Domingues, que cuenta con un plus de presión respecto a sus compañeros. El perfil de futbolista que es, el grato recuerdo que dejó en anteriores visitas a Castalia con otros equipos, los detalles que ha dejado en los ratos que ha podido jugar y, por qué no decirlo, la escasa productividad del equipo en el juego interior, convierten su regreso en una cuestión de estado. Tanto, que aún no está en un tono físico óptimo, pero tal es la necesidad y la exigencia del partido del domingo (18.00 horas) contra el Atlético Levante, que podría ser la novedad en la convocatoria, después de que se lesionara en la clavícula en un choque con el guardameta del Almazora.

El Castellón trató de convencer a Charly Meseguer para que regresase a Castalia, pero el vila-realense acabó cedido en el Roda. Intentó después la renovación de Lolo Ivars, pero este ya se había comprometido con el Crevillente. Así que buscó otras alternativas... y encontró a William en Brasil, a donde había regresado tras dos años en Islandia. Debutó en Paterna y fue titular ante el Almazora... hasta que se lesionó. El domingo, frente al Mumbai City, Frank Castelló le dio un cuarto de hora, ¿suficiente para ganarse un sitio entre los convocados?

«Me encuentro bien, no totalmente al 100% tras la mala fortuna que tuve al lesionarme, pero sí para meterme en el equipo», señala. «¿Si jugaré el domingo? Eso depende del míster...», matiza.

William ya sabe la carga que arrastra. «Sé que el club tiene mucha confianza en mí. Personalmente, creo que mis características se adaptan perfectamente a las necesidades del equipo, que puedo meter balones por dentro, así que estoy con muchas ganas», destaca, erigiéndose en el antídoto del atasco circulatorio en zonas interiores del ataque.

William ha aportado su pequeño granito de arena en la evolución de un fútbol islandés que causa asombro, habiendo encadenado dos clasificaciones para la Eurocopa y, ahora, un Mundial. «Allí se juega más directo, bueno, como muchos equipos aquí de Tercera. Ha sido una buena experiencia, pero tenía ganas de volver a España», resume.