Del cielo al suelo. Alemania volvió a tragarse al Madrid en una desastrosa noche del equipo de Zidane, que convirtió en un espejismo el triunfo en el clásico. Ante un Wolfsburgo no tan débil, con un Draxler excepcional, el conjunto blanco volvió al pozo hasta tocar fondo después de recibir dos goles en poco más de siete minutos (2-0). Lejos de reaccionar, fue incapaz de marcar un tanto en 75 minutos y ahora le toca remontada para seguir vivo.

Zidane no se fiaba y Hecking, técnico del Wolfsburgo, ya avisó de que si el Madrid le daba una oportunidad podía llegar el triunfo, y así fue porque el efecto del clásico se diluyó en tan solo 18 minutos, el tiempo que duró el equipo alemán en hacer saltar por los aires la inoperante defensa blanca. Hasta ese momento, el Madrid dio la impresión de encontrar un terreno abonado. Tuvo el balón, no se vio demasiado exigido y dispuso de ocasiones. Un desacertado Ronaldo marcó en fuera de juego a los dos minutos y luego remató un centro de Bale que detuvo Benaglio (m. 8).

También tuvo su ocasión Benzema poco después de chocar con un defensa, lo que le costó no terminar la primera mitad. El francés recortó a Dante y disparó con la izquierda, pero el meta del Wolfsburgo sacó el balón con el pie (m. 14). Fue la última aparición con peligro del Madrid. A partir de ahí, Draxler reventó al Madrid. El exjugador del Schalke se fabricó una autopista para firmar sus contragolpes por la izquierda ante la pasividad de Danilo, titular en detrimento de Carvajal.

Un buena acción de Draxler terminó en un pase a Schürrle, que encontró la pierna de Casemiro cuando se disponía a rematar dentro del área. El colegiado señaló penalti ante las protestas de los jugadores blancos. La pena máxima la transformó Ricardo Rodríguez para destrozar el guión del encuentro (m. 18).

Los peores augurios se cernieron sobre el Madrid. Mal atrás, con unos despistes sorprendentes y sometido por Draxler, al que nadie encontraba la manera de parar. Tampoco el centro del campo ofrecía respuesta, mientras que arriba desapareció la pegada. En medio de la nada, el Madrid era un equipo partido que iba a encajar un segundo tanto que nació, cómo no, en otra jugada de Draxler. El alemán, de 22 años, se escapó por su banda y su pase a Bruno Henrique terminó en un centro que remató Arnold ante las narices de Ramos, que vio cómo el jugador le sacaba los colores (m. 25).

Ver para creer. El Madrid intentó reducir la ventaja y eso permitió los contragolpes alemanes. En uno de ellos, Schürrle se fue solo, pero esta vez Ramos consiguió parar con el cuerpo al alemán (m. 64). Salió Jesé y luego Isco y James, pero tampoco los cambios voltearon un partido nefasto del Madrid, que se la pegó ante el equipo más asequible del bombo y que terminó desesperado que se jugará la continuidad a todo o nada en el Santiago Bernabéu el próximo martes. H