Se acaba el año 2019 y es momento de hacer balance de lo que ha sucedido en los banquillos del grupo III de Segunda División B. Un total de siete entrenadores no se comieron el turrón, dos de ellos en el Hércules y el Orihuela. Esta categoría suele acabar una temporada con cerca de una docena de técnicos destituidos de sus cargos. La pasada campaña a estas alturas el propio Castellón ya había cambiado hasta dos veces de entrenador. Primero a Sergi Escobar y el 10 de diciembre de 2018 también se cargó a David Gutiérrez. La era Óscar Cano arrancó a poco de finalizar el 2018.

En este curso, el primero en cambiar de entrenador fue el Hércules a la cuarta jornada. Jesús Sánchez reemplazó a Lluis Planagumà. Luego El Badalona sustituyó a Juanma Pons por Manolo González. El siguiente en caer fue Miguel Ángel Villafaina en el Orihuela, al que reemplazó José Francisco Grao Pato. Volvió a cambiar el Hércules, con la llegada de Vicente Mir para sustituir a Jesús Sánchez. Después le tocó el turno a Javi Suárez, en el Ejea. De momento no se sabe quién tomará las riendas de la escuadra aragonesa.

El último en caer fue el sábado pasado Pato, en el Orihuela. El club anunció que su sustituto es Gerard Albadalejo, exentrenador del Lleida.