Tiene tan solo 31 años y confiesa que se le “hace extraño ser el más mayor del equipo”. “Nunca me había pasado”, añade. Es Albert Yagüe (Vilassar de Mar, Barcelona, 25 de marzo de 1985), delantero centro que ha regresado este verano al club de Castalia tras militar la pasada campaña en el Sant Andreu (6 goles en 20 partidos) y que dejó muy buenas sensaciones y prestaciones en la temporada y media --justo las anteriores-- que estuvo en el CD Castellón, en especial la segunda, en la que contribuyó a ser campeón de grupo, aunque sin poder lograr el ascenso ni ante el Linares ni luego frente al Haro.

Precisamente eso, el no poder subir, es “la espinita” que tiene clavada y por la que ha regresado “al Castellón”. Yagüe cumplía los requisitos económicos de esta nueva etapa de austeridad en el club, es decir, fichajes a los que no se les paga la vivienda. La pareja del ariete catalán es castellonense y ello, unido “a la excelente” relación que tiene de años con Ramón Moya”, facilitó su regreso a la capital de la Plana.

“Estuve año y medio en Castellón y tanto este club como su afición me dejaron huella. No pudimos subir, lo cual fue un palo duro, pero este año toca”, confiesa.

Yagüe analiza para Mediterráneo cómo está siendo la pretemporada y qué espera del remodelado conjunto de Frank Castelló. “La plantilla es joven y se me hace extraño ser el más mayor con solo 31 años. Pero bueno, sé que ahora me toca dar ejemplo, currar como el que más y ayudar a los jóvenes”, remarca.

Es más, el Killer de Vilassar está “gratamente sorprendido por la calidad de los nuevos”, chavales que no conocía y que “están aportando mucho”. “Creo que podemos hacer muy buen papel este año, en el que debemos aspirar a poder ascender”, reconoce.

Es más, aplaude la delantera que ha confeccionado la dirección deportiva, con él mismo, Antonio Martínez, Rubén Fonte y Víctor Pino. “Hay mucha calidad y habrá competencia sana. Para Tercera División, esta delantera se sale”, comenta, aunque añade que “pese a todo hay que tener claro que del nombre no se puede vivir y habrá que vaciarse”.

Incluso afirma que le “gusta” el método de Frank Castelló. “Es muy intenso y con él, el equipo morderá. Seguro”, termina. H