Con su habitual talante conciliador, con un tono de satisfacción por la vuelta, Zidane se extendió casi más que nunca en la primera rueda de prensa después del parón por la pandemia de coronavirus, la primera toma de contacto con la nueva realidad en la que, entre varias novedades, el Real Madrid va a jugar sin público (de momento como todos) y en el estadio de la ciudad deportiva Alfredo Di Stéfano, en el que habitualmente juega el filial. “El Di Stéfano también es nuestro estadio. Normalmente jugamos en el Bernabéu, pero nos acostumbramos a lo que nos toca. Hemos entrenado ahí, las medidas son las mismas y estamos preparados”, sentenció el técnico al inicio, aunque había más preguntas sobre el tema por llegar.

Cuando ni en los planes más optimistas de la recuperación se concebía la vuelta del público a los estadios, el Real Madrid tomó la decisión de acelerar las obras de remodelación del Santiago Bernabéu y jugar sus partidos en la ciudad deportiva de Valdebebas, decisión que se mantiene a tenor del ritmo en las obras del estadio.

Visita atípica

El Eibar visita el estadio Alfredo Di Stéfano de Valdebebas, escenario y hora que el técnico ha repetido dos veces en los entrenamientos como un plan de adaptación del equipo a su nueva casa, en principio hasta final de la temporada aunque pueda volver el público a las gradas, y a pesar del ofrecimiento del Metropolitano por parte del presidente del Atlético Enrique Cerezo. “No me gusta jugar sin público, sinceramente, pero al final nos adaptamos”, insistió Zidane en la idea del conformismo.

El Madrid afronta once partidos para recortar los dos puntos que le separan del liderato del Barça, con la acumulación ingente de partidos en cinco semanas y con novedades inexploradas como los cinco cambios, o que el calendario haya dispuesto que el Madrid juegue con regularidad después del Barça. Zidane no se inmuta: “Vivimos un momento tan extraño que estamos contentos con todo lo que viene. Estamos contentos de volver a jugar, hemos trabajado muy bien físicamente y estamos preparados. Los jugadores nunca han estado 60 días sin entrenar, creo que es bueno tener más cambios”, explicó el técnico.

Obreros trabajan en la remodelación del Bernabéu. / DAVID CASTRO (EL PERIÓDICO)

Que la Champions se juegue en agosto, separada de la Liga, tampoco es un problema para Zidane: “No nos va a quitar nada la ilusión de volver a jugar. Aceptamos las decisiones de los que trabajan para ello. Hemos tenido casi un mes de preparación, suficiente para recuperar el físico. Soy muy positivo con la vuelta del fútbol, aunque a lo mejor nos cueste terminar algún partido por el físico”, discurrió el francés en varias respuestas.

El partido número 200 de Zidane en el banquillo del primer equipo del Real Madrid, una marca solo por detrás de Del Bosque y Miguel Muñoz, va a ser en un estadio en el que dirigió al filial durante una temporada y media aunque sin resultados que hicieran presagiar su rendimiento en el máximo nivel. “Sí, la verdad es que va a ser un poco raro”, reconoció un Zidane que comenzó su comparecencia con un sentido pésame: “Es un momento complicado”, djio.

Vuelven Hazard y Asensio

Después de tres meses de parón, el regreso de la Liga tiene tintes de inicio de temporada. Los momentos de forma que llevaron a jugadores inesperados a onces iniciales han quedado sepultados bajo el confinamiento y los entrenadores vuelven a las ideas que funcionan sobre el papel, pero que tienen que ser corroboradas en la competición.

Con casi todos los integrantes de la plantilla recuperados de sus lesiones salvo Jovic, sobre el que el técnico no quiso hacer daño, y Nacho, Zidane cuenta con las altas de Hazard y Asensio, recuperados para un final de temporada para el que no contaban y listos para apuntalar el ataque blanco, por lo pronto con el belga entre los titulares. “La buena noticia es que han tenido tiempo para prepararse como los demás, están entrenando con normalidad y van a estar con nosotros”, reconoció Zidane.

Además del sempiterno Benzema y las promesas brasileñas, el que vuelve a estar a las puertas del once inicial es Bale, que se disputa el tercer puesto del ataque con Isco.

En el penúltimo entrenamiento antes de recibir al Eibar, antes de la sesión de la mañana del partido, se confirmó también la baja de un Lucas Vázquez que no pudo entrenar por culpa de una sobrecarga muscular.