El Madrid redujo a un grado mínimo los grandes riesgos que implicaba su visita a Anoeta debido a sus importantes y numerosas bajas. Mucho tuvo que ver en ello Borja Mayoral (20 años), novedad sorprendente en la formación, que anotó el primer gol y fabricó el segundo, obra de Kevin en propia puerta. El alicaído Bale también se acabó subiendo al carro para sentenciar en un contrataque en el segundo tiempo.

Antes de que las sanciones y las lesiones apuntaran a que el club blanco se había quedado corto por no buscar un relevo de ciertas garantías para Morata y Mariano, prácticamente nadie podía imaginar que Mayoral estaría en la cuarta jornada en Anoeta.

Pero Zizou volvió a jugársela y la maniobra le salió de cine. Intentaba acomodarse Sergio Ramos, de espaldas a la portería, para intentar una chilena a pase de Casemiro cuando apareció de cara Mayoral para aprovechar el segundo toque al balón de su capitán y rematar con un tibiazo al que Rulli no pudo responder (m. 19). Un gol con el que el Madrid apuntalaba su dominio inicial.

Intentó gestionar el Madrid su ventaja, pero no pudo controlar la primera llegada seria de la Real, protagonizada por sus dos laterales. Odriozola sirvió un centro pasado que cazó Kevin con una volea ante la que Navas pudo hacer mucho más (m. 29). En otra jugada calcada minutos después el propio Kevin lanzó al larguero y del rebote salió la contra que acabó en el segundo tanto madridista. Y de nuevo con participación determinante de Mayoral. Enfiló hacia el área, rompió a Elustondo al entrar en ella y por allí apareció Kevin para colar el balón en su portería al intentar cortar el pase hacia Isco (m. 36).

Las desgracias del lateral zurdo de la Real no acabaron ahí. Después de que Rulli evitara el segundo de Mayoral, Bale, habilitado por Isco, le sacó los colores en una carrera de 70 metros que acabó con un suave toque del galés para establecer el 1-3.