La cara de Zidane al término del partido en Eibar era el fiel reflejo de su estado de ánimo. Máxima felicidad después de cerrar el debate sobre su continuidad al frente del banquillo. Tras el último parón de selecciones, las dudas y las críticas arreciaron en torno a la figura del francés por la derrota en Mallorca y afrontó el encuentro en Turquía contra el Galatasaray como una prueba de fuego. El match ball se solventó con victoria y cuatro partidos después el técnico afronta la pausa internacional reforzado.

La rueda de prensa del técnico y Sergio Ramos en Estambul fue tensa, con el nombre del portugués José Mourinho sobrevolando en el ambiente. «Todo el mundo sabe que el vestuario está a muerte con Zizou. Hay un equipo unido que confía en el entrenador, así como él en los jugadores», destacó el capitán del Madrid. Desde entonces, cuatro victorias y un empate marcan la dinámica de un equipo que no ha encajado ningún gol, el gran debe en el inicio de la temporada, con Courtois en el punto de mira.

Otro protagonista, además de Rodrygo, es Fede Valverde, el Pajarito, como le apodaron en sus inicios por su crecimiento tardío, consolidado en la medular. «El parón de ahora nos viene muy mal porque estamos en un gran momento», admite Carvajal.