El partido perdido con merecimiento y cierta desidia ante el Cádiz, además del recuerdo reciente de desastres europeos en octavos de final, como el destrozo del Ajax en el Bernabéu hace dos temporadas o el del curso pasado en Manchester; han convertido la visita del Shakhtar a Madrid en el inicio de la Liga de Campeones en un partido trascendental, en un momento culminante para aplacar los ánimos del madridismo o para que se incendien definitivamente.

Todos nos merecemos las críticas del otro día, yo el primero. Podíamos haber hecho las cosas mejor en nuestro inicio de temporada, pero son momentos puntuales, seguro que vamos a mejorar”, ha reconocido Zidane en la previa, en medio de la vorágine de comentarios sobre las actuaciones blancas. “Hicimos un mal partido, sabíamos que iba a haber críticas”, ha insistido el técnico en varias respuestas.

El futuro europeo en dos semanas

Además de confirmar las malas sensaciones en la última derrota liguera, todo lo que no sea ganar en casa a un Shakhtar muy mermado por la ausencia de jugadores importantes como Stepanenko, Taison, Kovalenko o Junior Moraes, empezaría a complicar sobremanera un grupo de Liga de Campeones muy competitivo. “Las críticas nos van a hacer más fuertes”, ha augurado Zidane en medio de una rueda de prensa con más tópicos motivadores que reflexiones sobre el estadio del equipo. Lo que es inexorable es que el Madrid va a empezar a dilucidar su futuro europeo en las próximas dos semanas, con la visita a Alemania para jugar ante el Borussia Monchengladbach y el partido en casa de las dos jornadas sucesivas ante el Inter de Milán.

Las últimas temporadas han demostrado que a este Madrid, que con una actitud impecable y una profusa insistencia consiguió ganar La Liga, se le hace cuesta arriba cuando Europa sube el nivel de exigencia.

Ramos duda, Hazard baja

El capitán Sergio Ramos, aún convaleciente del golpe que sufrió ante el Cádiz, no ha hecho acto de aparición este martes en el inicio del entrenamiento que es abierto a la prensa y su presencia en el debut europeo está en duda, más aún con el Clásico en Barcelona el fin de semana y compromisos más exigentes en el futuro inmediato de la Champions. “No queremos arriesgar nada y tiene molestias, no ha podido entrenar. Veremos si puede jugar”, ha reconocido Zidane.

Los que están descartados, tanto para el inicio de la Champions como para el Clásico, son un Odegaard recién lesionado, con un problema muscular como el que aqueja a Hazard, que aún no entrena con sus compañeros, tres semanas después de ver frustrada su vuelta de la lesión de tobillo por una rotura muscular. “Su lesión ha sido más de lo previsto. Lo que queremos es que vuelva y que esté con nosotros hasta el final de la temporada”, casi ha implorado Zidane.