Los resultados dan la razón a Zidane. La afición del Bernábeu es muy exigente y cuando los marcadores se tuercen no tardan en buscar culpables. Sergio Ramos, Cristiano Ronaldo, Keylor Navas y Karim Benzema. Cronológicamente, en mayor o menor medida, los pesos pesados del vestuario del Madrid han ido pagando las consecuencias de los altibajos del conjunto blanco esta temporada, críticas de las que no se ha librado Zizou cuando su equipo ha vivido más de las individualidades que del juego colectivo.

El último en apagar el fuego ha sido Benzema. El francés, en el punto de mira por el empuje de Morata y por su poca aportación a la faceta goleadora del Madrid, zanjó el debate sobre su habitual titularidad con Zizou en Eibar. Karim, en una semana donde Didier Deschamps le volvió a abrir las puertas de la selección francesa, respondió a la confianza que le presta su técnico con dos goles y la participación en los otros dos frente al equipo armero, que le devuelven todo el crédito antes de visitar mañana al Nápoles en los octavos de la Champions, donde los blancos defienden el 3-1 del Bernabéu. Ayer fue Florentino quien se sumó a la felicitación a Benzema y le entregó una camiseta conmemorativa por su partido oficial 350 en el Madrid.

El regreso de ‘CR7’

Reforzado anímicamente el francés, ahora falta recuperar la mejor versión de Cristiano. Ausente en Eibar por unas molestias, el portugués se ejercitó ayer con normalidad con el resto de la plantilla. Curiosamente, el Madrid suma nueve victorias en los nueve partidos que se ha perdido Ronaldo esta temporada. Los más críticos buscan los motivos. «Aquí tenemos que correr todos, menos Cristiano, que marca 60 goles por temporada», decían los periódicos de la capital afines al Madrid que soltó Ramos para tratar de pedir más solidaridad en el campo de todos. Y el sábado se demostró que todos corrieron.