El pico Penyagolosa es la cima de la provincia de Castellón, lugar donde se divisa un inmenso paisaje sobre sus comarcas y las vecinas tierras de Aragón. Está considerado como un emblema que forja el sentido de pertenencia de la gente de la zona y constituye un icono de identidad territorial. En las faldas de esta imponente montaña, considerada sagrada por los habitantes del lugar desde tiempos inmemoriales, se establece el santuario dedicado a San Juan Bautista, un lugar místico, cargado de historia y leyendas, donde se respira armonía y paz. Se trata de un importante destino de peregrinaciones que vienen aconteciendo desde tiempos de la reconquista cristiana.

Dos rogativas

En el 2016, dos de estas rogativas fueron declaradas bien de interés cultural inmaterial de la Comunitat Valenciana. Concretamente Els Pelegrins de les Useres, la más conocida de todas ellas, y también la Processó de Culla.

En el caso de Els Pelegrins, se trata de una rogativa que data del siglo XIV y en la que 13 peregrinos, representando a Jesús y sus apóstoles, realizan el camino de ida y vuelta entre el municipio y el ermitorio. La peregrinación, que se celebra en dos jornadas, comienza el último viernes de abril (mañana) y tiene marcados una serie de rituales estrictos en cuanto a vestimenta, cantos en latín, elección de los participantes, descansos, comidas... La peregrinación de les Useres es la más representativa de los valores patrimoniales inmateriales del entorno de Penyagolosa. Los peregrinos recorren los cerca de 30 kilómetros que separan les Useres de Sant Joan en un entorno que está cargado de historia.

Además de su sentido religioso, todas estas rutas han sido importantes vías de comunicación como cauce de la actividad humana y han tenido continuidad a través de los siglos, constituyendo caminos de diálogo entre los pueblos, con un importante patrimonio arqueológico, arquitectónico, ecológico y etnográfico.

Caminando hacia la Unesco

Es por todo ello que la Diputación de Castellón ha considerado de especial importancia seguir promocionando la identidad de estos idílicos lugares y pretende que estos caminos espirituales sean declarados Patrimonio Mundial por la Unesco. La declaración es el reconocimiento que otorga la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) a aquellos lugares que poseen un valor universal excepcional. Por medio de esta distinción pasan a ser reconocidos por todos los pueblos del mundo, independientemente del territorio en el que estén localizados.

La candidatura de Camins de Penyagolosa a Patrimonio Mundial suma ya más de 20.000 firmas de apoyo, físicas y digitales, a estos caminos que guían a los habitantes de la provincia desde hace más de siete siglos hacia el conocido gigante de piedra, emblema del territorio castellonense y referente montañoso.