El 2020 no pinta para más de uno como un buen año en lo laboral y los signos de desaceleración económica que reflejan diversos indicadores, como el PIB, el consumo o la tasa de ahorro, están imbuyendo también las expectativas de los trabajadores españoles. Y son las mujeres, estadísticamente más expuestas a los ciclos económicos, las que peor se temen el frenazo de la economía, según recoge un informe con datos del tercer trimestre de la consultora Randstad, publicado este martes. Cuatro de cada diez trabajadoras creen que perderán su actual empleo en los próximos seis meses, lo que se traduciría con los actuales niveles de afiliación a la Seguridad Social en 3,3 millones de mujeres trabajadoras.

El pocentaje concreto de mujeres con malas perspectivas laborales es del 37%, el dato más bajo en los dos últimos años. La brecha de género que separa a hombres y mujeres en favor de los primeros también se evidencia en el terreno de las expectativas laborales. En el caso de los hombres, la diferencia es de un punto, ya que tres de cada cuatro trabajadores se ven fuera de su actual empleo en el próximo medio año. Lo que equivaldría a 3,1 millones de ocupados temiendo por su empleo.

Y, pese a los vaivenes que refleja este indicador en los últimos años, la desaceleración global de la economía parece que atemoriza con mayor intensidad a las mujeres, sabedoras de lo que sucedió tras el estallido de la crisis económica del 2008. En el tercer trimestre del 2018, apenas había diferencia entre hombres que se veían sin empleo en el corto plazo (29%) y mujeres (31%). Un año después, mientras entre los trabajadores apenas ha variado la cifra, entre las mujeres se ha disparado.

Si en la variable género las mujeres son las que se perciben como más vulnerables, en el terreno de la edad los jóvenes son los que más temen por su empleo en los próximos meses. Las expectativas de conservar su puesto de trabajo entre los menores de 25 años se han desplomado en el último año, hasta el punto de que la mitad creen que pasarán al paro o tendrán que buscarse otro empleo. Hace un año la proporción era de tres de cada diez. En cambio, entre los trabajadores de más de 45 años la confianza va al alza, creciendo el 7% y pasando de una tasa del 69% durante el tercer trimestre de 2018 al 74% actual.

El tercer país más pesimista de la UE

Los trabajadores españoles, conscientes muchos de ellos de la elasticidad del mercado laboral español (de grandes crecimientos en bonanza y grandes depresiones en contracción) se cuentan entre los más pesimistas de toda la Unión Europea (UE). Mientras el 27% de los europeos se ven buscando otro empleo en los próximos seis meses, en el caso de España el porcentaje medio es del 34%. De hecho, España es el tercer país más pesimista; detrás de Italia (39%) y Reino Unido (35%).