Las marcas tienen muy claro cuándo deben apostar por un modelo, ya sea por su papel innovador o porque esperan de él una buena recepción por parte del público. Eso es lo que ha sucedido desde buen principio con el Peugeot 3008, una generación que ha cambiado radicalmente para hacer frente a las demandas de un mercado sediento de más y más SUV’s. El 3008 es un vehículo especial para la firma y no para de cosechar buenas críticas allá por donde pasa, su última aventura: el desafío Peugeot 3008 SUV Trophy.

A nuestra llegada a Lleida nos esperaban todos los participantes ansiosos por conocer de qué iba a ir la jornada. Seis embajadores:María León, David Ferrer, Carlos Sainz, Tommy Robredo, Vicky Martin Berrocal y Alba Carrillo, iban a liderar seis equipos que se enfrentarían en una especie de gincana. Nosotros acompañamos a Alba Carrillo, conductora habitual de un utilitario de otra marca y amante de la velocidad como comprobaríamos más adelante.

La ruta empezó algo alborotada para nuestro equipo ya que la modelo es el foco mediático tras su separación del tenista Feliciano López. Varios medios del corazón pelearon durante toda la primera etapa por compartir sus declaraciones y eso afecto claramente a nuestra capitana pese a su optimismo y empuje. Entre preguntas sobre el propio Peugeot 3008, algún que otro puzzle y juego de parejas íbamos encontrando enigmas a resolver entre los bonitos parajes el Pallars Sobirà. Un camping abandonado, un puente convertido en trincheras durante la Guerra Civil, un torreón con pregunta trampa y una prueba de agilidad mental para construir una pirámide fueron los primeros retos al que nos enfrentamos, sin demasiado éxito. El ránking iba descendiendo pero las anécdotas en el interior del vehículo incrementaban nuestra sensación de victoria, al menos emocional.

Después de una cena típica en Sort y un buen descanso las cuatro volvíamos a tener las pilas cargadas para la siguiente jornada. Alba Carrillo, más relajada y tras exponer su verdad, nos puso las pilas a las más pesimistas, no íbamos a ganar pero pasarlo lo pasaríamos genial. Y así fue. Esta jornada transcurría por caminos off-road de diversa dificultad, barro, nieve, hielo y piedras fueron alternándose. El Peugeot 3008 mostró su comportamiento todocamino y nos permitió llegar a nuestro destino sin problemas ni sobresaltos, con un confort notable y un empuje sin quejas. En comparación al primer día (de asfalto) parecía que este fuera suhábitat natural, sin ceder protagonismo a las vías rápidas donde también tiene un dinamismo muy bueno.

El Peugeot 3008 SUV Trophy finalizó en la estación de nieve abandonada de Llesui donde tras una carrera con esquís de madera al estilo tándem se decidió el ganador. El equipo de María León se alzó con la victoria y consiguió el premio especial: bajar en helicóptero hasta el restaurante donde comimos. Nosotras felices por nuestra unión, dejamos a un lado la competitividad para seguir arreglando el mundo dentro del espacioso Peugeot 3008. Otros 24 participantes, esta vez clientes de la firma que ganaron un sorteo mediante las redes sociales, vivieron la misma experiencia los días siguientes y su premio fue la cesión de un Peugeot 3008 durante tres meses. Si quieres saber más sobre este desafío puedes buscar bajo el hastag#EstoEsUnSUV o averiguar cómo ser el próximo afortunado en la página www.estoesunsuv.com .