Más de 6.000 millones de euros invertidos en una década para en un futuro "dejar de fabricar cigarrillos". La mayor tabacalera del mundo, Philip Morris, lleva años invirtiendo dinero y esfuerzo en sacar al mercado un producto "menos dañino" que los cigarrillos convencionales, pero que mantenga en alto su negocio.

Por ello, la matriz de Marlboro, L&M y Chesterfield creó Iqos, un dispositivo electrónico que en vez de quemar el tabaco lo calienta a una temperatura inferior a los 350 grados, evitando la combustión y generando vapor con nicotina. Un producto, que ya se comercializa en 51 mercados (incluido Estados Unidos) y cuenta con 12 millones de clientes, y que versa sobre la teoría de que la nicotina no es la base de las enfermedades, sino que el principal problema es la combustión.

Al encender un cigarrillo, la combustión del tabaco y de otros materiales produce millones de componentes químicos tóxicos que se encuentran en el humo y eso es lo que produce las enfermedades, a juicio de Philip Morris. "El tabaco no es particularmente dañino por sí mismo", aseguró la vicepresidenta de comunicación estratégica y científica de Philip Morris International, Moira Gilchrist, durante un evento celebrado en el centro de innovación que la firma tiene en Suiza.

Otra cosa es la adicción que crea, eso sí lo produce la nicotina. El motivo principal por el que es tan difícil dejar de fumar se mantiene en Iqos y, por tanto, la adicción también. "El objetivo principal hoy es asegurarnos que los fumadores cambian de cigarrillos convencionales a otros menos dañinos, la cuestión de la adicción es más compleja y le daremos respuesta cuando haya avances científicos que nos ayuden a hacerlos", se justificó el vicepresidente de comunicación global de PMI, Tommaso Di Giovanni.

En Philip Morris insisten en que "hay mil millones de fumadores hoy y los habrá en el año 2025". Por eso el lema de Iqos es es que 'los que no fuman, no deben empezar a fumar; los que fuman, lo mejor que pueden hacer es dejarlo, pero si no lo dejan, lo mejor que pueden hacer es cambiarse a otras opciones',

LA POLÉMICA

El vapeo y el cigarrillo electrónico no han estado exentos de polémica en los últimos meses. Una serie de muertes relacionadas con el consumo de estos productos en Estados Unidos ha puesto en jaque al sector el origen está todavía bajo investigación, aunque las autoridades aluden al consumo de productos que contenían marihuana comprados, posiblemente, en el mercado negro-- y el Ejecutivo norteamericano se ha planteado incluso prohibirlos.

En España, se ha emitido este otoño un anuncio en las televisiones que advierte a los fumadores de que el tabaco, en todas sus modalidades, "ata y te mata". La campaña, del Ministerio de Sanidad, incluye en el mismo saco al cigarrillo convencional, electrónico, la pipa o el vapeador, algo que desde Philip Morris califican de "desinformación". Desde la tabacalera reclaman una regulación que les diferencie del tabaco convencional, mientras desde la administración española son más bien proclives a lo contrario.

"Algunos agentes, incluido el Gobierno, pueden seguir teniendo dudas sobre la categoría (tabaco calentado) porque es nueva y lleva tiempo comprenderla por completo () pero confundir a los consumidores tiene un riesgo y ese riesgo es que quienes no lo dejan siguen fumando cigarrillos en vez de pasarse a productos que pueden reducir la presencia de productos tóxicos hasta el 90%", aseguró Di Giovanni.