Abanca y su accionista de control, el grupo venezolano Banesco, anunciaron ayer que han decidido «renunciar» a lanzar una oferta pública de adquisición (opa) de Liberbank. La entidad gallega no tardó ni 24 horas en responder a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que el lunes le dio 10 días para decidir si presentaba la oferta. Ha sido clave la advertencia que le realizó el supervisor bursátil de que una condición que había establecido a su posible propuesta de compra no se ajustaba a la ley de opas. Se trataba de la auditoría previa (Due dilegence) que la entidad quería hacer de las cuentas de Liberbank.

Pese a ello, el banco presidido por Juan Carlos Escotet defendió ayer que su pretensión de hacer ese análisis era «totalmente legítima y constituye una práctica habitual». Sin embargo, admitió que en vista del requerimiento de la CNMV y, sobre todo, de que Liberbank sigue adelante con su proyecto de fusionarse con Unicaja «no resulta posible» hacer la auditoría y presentar la oferta.