La junta de accionistas de Nissan Motor ha ratificado la destitución del expresidente Carlos Ghosn como consejero de la compañía, lo que deja atrás las dos décadas de liderazgo del ejecutivo y abre una nueva era para la gobernanza de la empresa. Ghosn, que la semana pasada volvió a ser detenido tras su arresto de noviembre pasado, fue apartado del cargo por un cúmulo de supuestas irregularidades financieras durante su mandato.

En una junta extraordinaria celebrada en Tokio, los más de 4.000 accionistas del fabricante nipón de vehículos han votado a favor de despojar a Ghosn de su puesto en la junta directiva y han cortado la última vinculación que quedaba entre la empresa y el exejecutivo, que fue despedido también de su cargo de presidente pasado 22 de noviembre.

La junta también ha ratificado el despido como consejero de Greg Kelly, otro exdirectivo cercano a Ghosn y al que se considera clave en la comisión de las irregularidades financieras que le costaron el puesto, así como la inclusión en la junta directiva del presidente de Renault, Jean-Dominique Senard.

Nissan ha cerrado de este modo la era Ghosn, durante la cual el que fuera una de las figuras más respetadas del sector logró salvar de la quiebra a la compañía e impulsó su integración en la alianza con Renault, periodo que terminó de forma abrupta con la detención del exdirigente en Japón el pasado noviembre.

«La decisión supone una importante piedra de toque en nuestra respuesta a las malas conductas financieras», dijo el actual máximo directivo de la empresa, Hiroto Saikawa, que asumió el liderazgo de Nissan tras la caída de Ghosn. El directivo nipón ha aludido de este modo a las irregularidades financieras presuntamente cometidas por el expresidente de la empresa, quien volvió a ser detenido el pasado jueves después de que la fiscalía presentarse nuevos cargos en su contra por un supuesto delito de abuso agravado de confianza. Saikawa ha destacado ante los accionistas que sus prioridades serán «estabilizar la alianza» formada por Nissan, Renault y Mitsubishi y «minimizar el impacto en sus operaciones y la inquietud entre los empleados», así como devolver a la empresa «al camino del crecimiento».

EL FUTURO / El actual consejero delegado ha dicho que se planteará su futuro «una vez se alcance el punto en que pueda ceder el mando al próximo (líder)», al ser preguntado sobre los accionistas sobre la posibilidad de que dimita para asumir responsabilidades por el caso Ghosn. Saikawa forma parte del consejo de administración de Nissan donde Senard, máximo responsable de Renault, ocupará uno de los puestos vacantes dejados por Ghosn y Kelly.

Senard, a su vez, se ha puesto a la cabeza de otro consejo integrado por los máximos ejecutivos de las tres firmas para intentar relanzar la alianza.

La nueva cúpula de Nissan tomará ahora medidas para mejorar su gobernanza a partir de las recomendaciones formuladas por un panel externo, entre las que figura modificar el propio consejo de administración para que haya una mayoría de consejeros independientes o crear un comité que supervise nombramientos y remuneraciones.

El objetivo es evitar una concentración de poder similar a la que acaparó Ghosn e irregularidades como las que supuestamente cometió el exdirigente, entre ellas ocultar a las autoridades millonarias compensaciones pactadas con Nissan y abusar de la confianza de la empresa al usar sus fondos para cubrir pérdidas financieras personales.

Ghosn obtuvo la libertad bajo fianza el pasado 6 de marzo tras pasar 108 días bajo arresto por las irregularidades, aunque el pasado jueves volvió a ser detenido por cargos adicionales.