Las empresas cotizadas podrán permitir que los accionistas que lleven más de dos años cuenten con dos votos por cada acción que posean, en lugar de uno. Se trata de las conocidas como acciones de lealtad, que ya existen en otros países como Francia e Italia y con las que se busca incentivar que las firmas cuenten con inversores a largo plazo. La medida deberá ser aprobada por una mayoría amplia: un mínimo del 60% del capital, si la junta de accionistas alcanza una representación de más del 50% del accionariado, y del 75%, si solo supera el 25%. O incluso porcentajes mayores, si la empresa así lo decide en sus estatutos.

Así aparece recogido en un anteproyecto de ley que pasó ayer por el Consejo de Ministros y que incorporará una directiva europea del 2017 que debía haber estado traspuesta en junio, un paso que no se pudo dar por estar el Gobierno en funciones. Una vez entre en vigor, algo para lo que todavía faltan varios meses, las empresas podrán convocar sus asambleas para aprobar las acciones de lealtad. Ahí comenzará el plazo de dos años en que deberán permanecer los accionistas para beneficiarse del voto doble, porque no se tendrá en cuenta su antigüedad en el capital.