La actividad del sector manufacturero de EEUU experimentó en agosto su primera contracción desde enero del 2016, según el dato publicado por el Instituto de Gestión de la Oferta (ISM), que se situó en el 49,1% desde el 51,2% del mes anterior.

El indicador correspondiente a los nuevos pedidos bajó al 47,2% desde el 50,8% de julio, mientras que el dato de producción retrocedió al 49,5%, frente al 50,8% del mes anterior. Por su parte, el indicador de empleo empeoró al 47,4% desde el 51,7% de la lectura de julio y el dato de precios se situó en el 46%, un incremento de nueve décimas en relación al 45,1% de julio.

"Los encuestados expresaron un poco más de preocupación por las turbulencias comerciales entre Estados Unidos y China", declaró Timothy Fiore, presidente del ISM, quien apuntó que los participantes en la consulta notaron ajustes en la cadena de suministro como resultado del traslado de fábricas desde China.

Una lectura del indicador ISM superior al 50% implica que el sector registra una expansión de la actividad, mientras que una lectura inferior a este umbral supone una contracción de la actividad.

En este sentido, según un informe del Consejo Empresarial Chino Estadounidense, del que forman parte más de 200 empresas, incluidas multinacionales como Apple, Amazon, The Walt Disney Company o Walmart, el 13% de las empresas estadounidenses con presencia en China han abandonado el país o planean hacerlo, después del recrudecimiento de la guerra comercial entre las dos mayores economías de mundo.

De este modo, el 3% de las empresas estadounidenses que operan en China retornarán a EEUU, mientras que un 10% abandonará total o parcialmente el gigante asiático para trasladarse a otro país.

Este porcentaje resulta ligeramente superior al registrado en 2018, cuando el 10% de empresas estadounidenses en China decidió mudarse a otra localización. En concreto, el 4% decidió retornar a EEUU y un 6% buscó otro país como destino de sus operaciones.

Por otro lado, el 17% de las empresas estadounidenses en China expresaron su intención de reducir sus inversiones en el país, frente al 8% que así respondió en la encuesta de 2018.

El pasado 23 de agosto, en un nuevo capítulo en la escalada de tensiones entre EEUU y China, el presidente estadounidense, Donald Trump, instaba a las multinacionales norteamericanas a abandonar China y trasladar sus fábricas a EEUU.