Los hoteleros de Barcelona están intranquilos. La inestabilidad política en Catalunya ha desatado una alarma sin precedentes en el sector hotelero barcelonés. En plena temporada alta de actividad en la ciudad, por el peso habitual de ferias y congresos, las manifestaciones en la calle y las incertidumbres de estos días han desplomado ya las ventas del comercio y las reservas hoteleras. Sin embargo, nadie quiere hablar más de la cuenta y contar más verdad que la justa para evitar empeorar la situación.

Fuentes del sector hotelero reconocen que las reservas han caído y tildan la situación de "preocupante" dado que el último trimestre es tradicionalmente el de mayor actividad turística y ferial de la ciudad. Actualmente, Barcelona dispone del orden de 80.000 plazas hoteleras. El sector turístico de la ciudad emplea a unas 158.000 personas. El delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, ha reconocido este viernes que el impacto de la tensión soberanista en la ocupación hotelera es mesurable. Según una encuesta divulgada por el Gobierno, los hoteleros prevén una ocupación del 71% esta semana, lo que supone "peores niveles de ocupación desde que se realiza esta encuesta, por debajo incluso del nivel esperado tras el 1-O".

En una reunión celebrada este jueves en Barcelona entre representantes del Ayuntamiento, la patronal hotelera y los sindicatos el panorama que dibujaron fue algo más que sombrío y la consigna, aguantar. Eludir ante todo una guerra de precios hoteleros está en el ánimo de la mayoría, ante el temor a que los turoperadores lleguen con más fuerza pasada la tormenta.

Varios turistas esperan el autobús al aeropuerto en la plaza de Catalunya.Noche de compras, en el aire

En otra reunión, esta de comerciantes, se reconocieron caídas de las ventas de entre el 15% y el 30% en los principales nudos comerciales de la ciudad. La noche de compras que se ha hecho tradicional para estas fechas en el centro de Barcelona está incluso en el aire, según afirmaron algunos presentes en esa reunión.

Paco Galván, responsable de hostelería de CCOO, reconoce los hoteles de Barcelona "no están renovando contratos y hasta los rescinden antes de tiempo ante la caída de ingresos, pero han registrado un buen año y son capaces de aguantar la situación". Según aseguran los hoteles a los sindicatos, la caída de ingresos es del orden del 30% ya, por lo que "se teme que la situación empeore de cara al primer trimestre".

José Antonio García, secretario general de la federación de servicios de UGT, advierte de que la ocupación hotelera actual puede ser engañosa a la hora de evaluar el impacto en el sector. En su opinión, ya se está produciendo una presión a la baja de los precios en los establecimientos más asequibles. En cualquier caso, esa tendencia es difícil de percibir en las principales webs de contratación, como Booking, donde los precios parecen no haber caído en exceso.

Contrataciones

Los hoteles más grandes están adaptándose a una menor demanda recortando costes variables, entre los que se incluye mano de obra subcontratada (muy habitual en el sector hotelero). "No están renovando el contrato a nadie, tanto la ocupación como las reservas están desplomándose", reconoce un empleado en un hotel de cinco estrellas de la ciudad. Eso está sucediendo en varios hoteles de primera categoría, corroboran en fuentes sindicales. Galván incluso asegura que en algunos hoteles se han rescindido contratos antes de su finalización. La situación se ha agravado ante la paralización de las habituales comidas que se organizaban en el ámbito de la administración, tanto de la Generalitat, como del Ayuntamiento o de la Fira, por ejemplo.

La esperanza es que la marca Barcelona tiene fuerza suficiente para recuperarse, como ya pasó tras el atentado del verano. Se espera que a nada que llegue la tranquilidad a las calles los visitantes vuelvan a la ciudad, pero la imagen del centro de la ciudad empieza a mostrar cambios que podrían agudizarse en las próximas semanas.