La multinacional del aluminio Alcoa comunicó ayer al comité de empresa de su fábrica en San Cibrao, en Lugo, el inicio de un «período de consultas» para un «despido colectivo» de un máximo de 534 empleados por la «situación insostenible» que atraviesa esa factoría. La dirección propuso al comité abrir consultas durante tres semanas para analizar el futuro de la planta, los retos y las opciones y medidas a adoptar con la representación.

La empresa apuntó que «el propósito de esta consulta informal es poder avanzar con los representantes de los trabajadores antes de iniciar un período formal de consultas, que tiene unos plazos concretos». La dirección de la planta de Alcoa precisó su intención de «no tomar ninguna decisión hasta que el periodo de consultas haya concluido».

El motivo que ha llevado a la multinacional a tomar esta decisión es la «serie de problemas externos de producción y de mercado que han hecho que la producción de aluminio primario sea ineficiente y la operación de la planta no sea competitiva». Entre esos problemas estructurales cita «los altos costes de energía y el bajo precio del aluminio que, junto con el exceso de capacidad global, han causado significativas pérdidas recurrentes, que se prevé que continúen» durante los próximos meses.

El Ministerio de Industria, después de conocer las intenciones de la dirección de Alcoa, invitó a la dirección a que «reconsidere» su decisión. En un comunicado, reclamó «corresponsabilidad» a la multinacional en un momento en el que «es más necesario que nunca mantener las capacidades productivas y los puestos de trabajo», y apuntó que la empresa «ha tenido y sigue teniendo importantes ayudas públicas, condicionadas al mantenimiento del empleo».