A lemania extenderá los expedientes de regulación de empleo (ERTE) de los 12 meses inicialmente previstos, hasta 24 meses, llegando en algunos casos hasta finales de 2021. Así lo acordó a última hora del martes el Gobierno alemán de coalición entre los conservadores de la cancillera, Angela Merkel (CDU), y los socialdemócratas (SPD). El mecanismo, conocido como kurzarbeit , permite a las empresas reducir la jornada de sus empleados, mientras que el Estado se hace cargo de entre el 60% y el 87% del salario del trabajador.

Después de más de ocho horas de negociaciones en Berlín, los partidos que forman el Ejecutivo acordaron ampliar la duración del programa de protección del empleo hasta final del 2021, lo que implicará un coste adicional de unos 10.000 millones de euros para las arcas públicas.

De esta manera, las empresas afectadas por la pandemia podrán acogerse al régimen de jornada reducida subvencionada de sus trabajadores para evitar despidos. Esta prestación por reducción de la jornada asciende de manera regular al 60% del salario neto y al 67% en el caso de trabajadores con hijos, aunque tras el acuerdo del martes será incrementada hasta el 70% del último salario neto a partir del cuarto mes y hasta un máximo del 87% desde el séptimo mes.

«En estos momentos se trata de estabilizar la economía», dijo el ministro de Finanzas y vicecanciller de Alemania, el socialdemócrata Olaf Scholz, este miércoles en una entrevista con la televisión ZDF. «Debido a que actuamos con rapidez y de manera integral, Alemania ha superado la crisis mucho mejor que otros países», añadió.

En este sentido, el ministro alemán destacó que se están viendo algunos datos bastante positivos sobre el estado actual de la economía en Alemania. «Las cosas van mejor de lo que se temía hace unas semanas», subrayó.

Por su parte, el ministro alemán de Empleo, el también socialdemócrata Hubertus Heil, defendió en la emisora Deutschlandfunk la extensión del kurzarbeit al considerar que Alemania se está enfrentando a la crisis más profunda en generaciones, advirtiendo de que «no habrá terminado para el 1 de enero». Heil remarcó que es «el puente más estable» para la economía alemana.

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