El Fondo Monetario Internacional (FMI) instó ayer al Gobierno español a que sea «cuidadoso» a la hora de implementar la anunciada subida del salario mínimo interprofesional (SMI), a la vez que lamentó que no se haya aprovechado la recuperación económica para reconstruir el «espacio fiscal». «Hay que ser cuidadoso con los salarios mínimos, por un lado para no excluir a gente del mercado laboral. Pero, por otro lado, también hay justificación por cuestiones sociales», explicó Poul M. Thomsen, director del Departamento de Europa del FMI en rueda de prensa en la asamblea anual que tiene lugar en Indonesia. «Uno tiene que equilibrar ambos» elementos, agregó.

Thomsen comentaba así el acuerdo suscrito este pasado jueves entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, cara a los Presupuestos del 2019, que incluye una subida del SMI del 22,3%, hasta 900 euros brutos al mes.

La patronal CEOE considera que el alza del SMI «tendrá efectos negativos en los aumentos salariales» pactados con los sindicatos en el acuerdo suscrito en verano. En ese pacto se acordó la subida del 2% más un punto porcentual en función de la productividad y el absentismo laboral, y se incluía la recomendación de elevar el sueldo más bajo pactado en convenio hasta 14.000 euros al año. El Gobierno de Mariano Rajoy ya firmó una subida en el 2018 del SMI del 4%, hasta los 736 euros en 14 pagas. Y se acordó también un alza progresiva hasta los 850 euros en el 2020.

Las estadísticas mundiales indican que España está lejos de los países más ricos y más productivos en términos de salario mínimo. Según datos de la oficina estadística comunitaria Eurostat, España está situada en el denominado grupo 2, junto a Estonia, Polonia, Portugal, Grecia, Malta y Eslovenia en términos de salario mínimo EPA (estándar de poder adquisitivo), que tiene en cuenta el nivel de precios del país. El grupo 3, que integran Reino Unido, Alemania, Francia, Bélgica, los Países Bajos, Irlanda y Luxemburgo, tiene salarios mínimos que duplican el de España.

Thomsen también dio un toque de atención a la escasa consolidación fiscal llevada a cabo por España en los últimos años dada su elevada deuda, que ronda el 95% del producto interior bruto (PIB).