La restauración en España mantiene ritmos de crecimiento elevados acordes con los seis años consecutivos de crecimiento económico. Con un gasto en restauración estimado en 100.500 millones de euros en España, el pastel del cuchillo y el tenedor atrae también como fórmula de inversión. La consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield constata en su último informe Food & beverage que «los operadores de restauración organizada están pujando por los locales en el centro de las ciudades que tradicionalmente han demandado firmas de moda y retail». En total, este estudio ha identificado más de 1.300 aperturas en los últimos 18 meses y 4.500 en cinco años. En el próximo año y medio se prevé que el ritmo de aperturas se frene por el incremento de los precios de los locales, aunque en C&W calculan que se abrirán al menos otros 400.

La rentabilidad de los restaurantes en España está en torno al 5%, según C&W, aunque sus alquileres acumulan ya una subida del 40% en los últimos tres años. Del factor alquiler depende en buena medida la rentabilidad futura. En opinión de Ignacio Acha, director de Retail High Streets de C&W, «la alta competencia está obligando a los restaurantes a reinventarse tanto desde un punto de vista gastronómico como de experiencia de ocio; cualquier tamaño de local se puede adaptar a algún estilo de restaurante». El precio por metro cuadrado oscila mucho según la ubicación. Entre los 20 euros y los 100 euros el metro cuadrado al mes. Los locales de más de 600 metros cuadrados son muy apreciados.

De la base de datos analizada de las aperturas de los últimos años destaca el crecimiento de las líneas de negocio englobadas en lo que los expertos bautizan como fast casual, que en el 2017 superó por primera vez al fast food. El 32% de las nuevas aperturas de restaurantes se engloban en esta denominación, entendida como comida rápida, tíquet medio un 30% más elevado que el fast food y dirigida especialmente a clientes jóvenes, los millennials nacidos en la década de los 80. Son clientes con creciente poder adquisitivo y principal motor del ocio en la actualidad.

Los expertos advierten también de nuevas líneas de negocio que crecen en otros países europeos y que están llamadas a ocupar un hueco especial en la competida restauración de calidad. Se trata de una derivada de las cadenas actuales fast casual rebautizada como los nuevos restaurantes fast fashion, nacidos «ante el desafío de los nuevos retailers de restauración de rentabilizar sus localizaciones, muchas de ellas prime, ya sea por la vía del tíquet medio o por la de la afluencia», explica el informe de C&W. Los restaurantes se sofistican por la presión de los costes inmobiliarios. El nuevo fast fashion viste de seda una experiencia gastronómica sin alardes. La idea de este fast fashion es ofrecer en cuidado restaurante discount una experiencia paragastronómica a menos de 20 euros.