El Santander ha logrado cerrar la ampliación de capital que lanzó para comprar el Popular con una demanda que ha superado en 8,29 veces las acciones ofertadas. Los inversores han pedido 58.600 millones de euros en títulos, cuando el banco presidido por Ana Botín solo quería captar 7.072 millones de euros, aportados mayoritariamente por sus actuales accionistas (99,259%).

La entidad fijo un precio de 4,85 euros por acción, con un fuerte descuento del 17,75% sobre su valor teórico. Pese a ello, el banco ha sostenido que es el precio "más ajustado" de todas las ampliaciones para financiar compras de más de 3.000 millones de los últimos diez años y ha destacado que los títulos han subido un 1,78% desde que se anunció la operación (19% en lo que va de año), "lo que contrasta con la evolución de operaciones similares realizadas recientemente".

El Santander lanzó la ampliación, la segunda mayor de su historia y la mayor para financiar una compra en el mundo desde el 2010, para recapitalizar el Popular y elevar sus bajas coberturas para afrontar pérdidas inmobiliarias (el gran problema que llevó a su intervención, junto a la fuga de depósitos). Le permitirá hacer 7.900 millones en provisiones (7.200 millones para activos inmobiliarios), lo que supondrá elevar las coberturas para pérdidas ligadas al ladrillo del 45% al 69%, muy por encima de la media del sector del 52%. El impacto en el capital del Santander, gracias a la ampliación, será neutro y el banco mantiene su objetivo de llegar al 11% en el 2018.

VOTO DE CONFIANZA

El director financiero del Santander, José García Cantera, ha sostenido que la fuerte demanda recibida supone un reconocimiento al "sentido estratégico y financiero" de la compra del Popular, además de ser "un voto de confianza en Banco Santander, España y Europa". "La adquisición de Popular es una oportunidad única para impulsar nuestra estrategia en España y Portugal", ha añadido en una nota.

Gracias a la adquisición, el grupo se convierte en el primer banco del mercado español por cuota de mercado en créditos (19,5% y 25% en pymes) y depósitos (18,8%), con 17 millones de clientes, superando a CaixaBank y BBVA. La operación le generará un retorno sobre la inversión de entre el 13 y el 14% en el 2020 y un aumento del beneficio por acción en el 2019. La entidad resultante ahorrará costes por valor de 500 millones de euros a partir del 2020 mediante un ajuste de personal y oficinas que todavía no ha cuantificado.