La batalla de las empresas tecnológicas no se queda en quién saca el mejor móvil, sino que da el salto a otros sectores, como por ejemplo el bancario. Si Google, Samsung o la propia Apple ya pusieron la primera semilla con el lanzamiento de sus soluciones de pago (vinculación de tarjetas de otras entidades), ahora Apple da un paso más y tendrá su propia tarjeta de crédito, tanto virtual como física: Apple Card.

"Creada por Apple, no por un banco". Así introduce Apple su primer gran paso en el mundo financiero. Aplicar la simplicidad de los artículos de la manzana a un entorno tan complicado como el bancario es el mensaje que transmitió Tim Cook, consejero delegado de la empresa, en la presentación de la Apple Card. "Todos las necesitamos, pero hay algunas cosas sobre la experiencia de usar tarjetas de crédito que podrían ser mucho mejores", indicó Cook durante la presentación. Y eso es lo que trata de cambiar esta tarjeta.

Obtenerla será tan simple como abrir la aplicación Apple Wallet y solicitarla (de momento, se lanza en verano solo en EEUU, y después llegará a otros países). El usuario obtendrá en minutos la tarjeta, que es expedida por Goldman Sachs (la primera vez que este banco emite tarjetas para consumidores) y Mastercard. Y la novedad es que no solo será una tarjeta virtual, sino también física, para poder ser usada en cualquier comercio del mundo que acepte esa tarjeta.

"Todo ello, sin comisiones de ningún tipo", avisó Cook, que además prometió "los tipos de interés más bajos" del mercado para esta tarjeta. Además, la firma devolverá el 2% de todas las compras realizadas con esta tarjeta al usuario ('cashback') si es en versión sin contacto, y el 1% si es con la tarjeta física.

Además, este nuevo servicio de Apple puede ser usado en cualquier parte del mundo sin tener que pagar comisiones internacionales siempre y cuando Apple Pay sea aceptado, e integra todas las funcionalidades habituales de las tarjetas de crédito: consulta del historial de compras, información sobre pagos y facturas... La firma usará la inteligencia artificial para mostrar al usuario, por ejemplo, dónde está situado cada comercio cuando quiera consultar un pago con su tarjeta (incluso con fotos). Todo ello, se gestionará desde la aplicación.

Además, la firma recalcó que garantizan la"privacidad" del usuario, y que Apple no sabrá "qué se compra, dónde se compra ni cuánto se pagó por ello". La seguridad será la misma que la aplicada a Apple Pay, y de hecho, la tarjeta física no incluye ni número ni fecha de expiración, ya que estos están registrados en la versión digital.

Este año se realizarán 10.000 millones de transacciones con Apple Pay en todo el mundo. En España, el 80% de los comercios aceptan Apple Pay, afirma Cook.