on la emisión de bonos por 15.000 millones de dólares (13.248 millones de euros), el Gobierno argentino anunció que regresa a los mercados internacionales tras 15 años de ausencia. Los títulos serán emitidos a cinco, 10 y 30 años, con rendimientos que van del 6,75% a 8% y a 8,5%, respectivamente.

Se trata de la mayor deuda emitida por un país emergente en la historia. La mayor parte de ese dinero se utilizará para pagar a los“fondos buitres”, como se conocen a los poseen bonos adquiridos a precio basura y que, tras litigar exitosamente en un tribunal de Nueva York, han obtenido ganancias exponenciales.

La deuda original era de 4.682 millones de dólares (4.135 milloes de euros). Se les abonará 2,7 veces más en virtud de los intereses y punitorios acumulados durante el “juicio del siglo”. Los casi 3.000 de dólares (2.650 millones de euros) “sobrantes” le permitirán al Estado afrontar gastos corrientes.

La puerta del reingreso al mercado de capitales se abrió del todo después de que la Cámara de Apelaciones de Nueva Yorkratificara el levantamiento de las restricciones que pesaban sobre el país para cumplir con el pago de la deuda.

PRINCIPALES APUESTAS

“Hemos logramos salir del 'default' (suspensión de pagos). Dejamos de ser incumplidores. Argentina comenzó un camino de crecimiento”, ha dicho el presidente Mauricio Macri.

En realidad, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía caerá este año 1% como consecuencia del ajuste. Se estima que volverá a subir un 2,8% en 2017. El optimismo de Macri se basa en las previsiones de los bancos que ubican a Argentina entre las principales apuestas de los inversores internacionales.

Para la colocación de los bonos, las autoridades contrataron a los bancos Deutsche Bank, HSBC Securities, J.P. Morgan, Santander, Citigroup y UBS Securities. Cobrarán hasta 22,5 millones de dólares (19,87 millone de euros) en comisiones.

JP Morgan, Deutsche Bank, y HSBC, no son nombres desconocidos para funcionarios del Gobierno. El ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay trabajó en JP Morgan en Nueva York, Buenos Aires y Londres. Prat Gay figura en la documentación filtrada por el técnico informático del HSBC, Hervé Falciani, sobre miles de cuentas en Suiza de ese banco. Caputo, en tanto, pasó de JP Morgan a liderar la sucursal Buenos Aires del Deutsche Bank.