Aromics ha decidido recurrir al 'equity crowdfunding' ofinanciación colaborativa (las aportaciones se transforman en participaciones en el capital) para captar 300.000 euros.

La operación, realizada a través de Capital Cell --entidad acreditada por la Generalitat especializada en este tipo de financiación para empresas biotecnológicas-- está destinada a superar la etapa preclínica del NAX035, un fármaco de la compañía para tratar el mesotelioma maligno, un cáncer agresivo relacionado con la exposición al amianto.

La compañía, que tiene su sede en el Parc Científic de Barcelona (PCB), ha obtenido su compuesto antitumoral tras cuatro años de trabajo y una inversión de unos 1,4 millones de euros, financiada por Aromics con el apoyo de Acció, la agencia de competitividad de la Generalitat, en el marco del programa europeo Eurotransbio; y delCDTI, del ministerio de Economía.

Desde su fundación hace 10 años, al compañía ha movilizado más de cinco millones de euros procedentes de los fundadores, entre los que está la consejera delegada, Carmen Plasencia, de sus ingresos por ventas de servicios preclínicos y de ayudas a la investigación y el desarrollo (I+D) de instituciones nacionales e internacionales. La empresa dedica el 70% de su presupuesto al I+D.

CONTACTOS CON FARMACÉUTICAS

El objetivo de Aromics, que requerirá más recursos además de los obtenidos mediante 'equity crowdfunding', es llegar a los ensayos clínicos de fase 1 y 2. También pretende desarrollar una herramienta diagnóstica complementaria en biopsia líquida para estratificar los pacientes y realizar un seguimiento de su tratamiento. Aromics ya está en contacto con algunas farmacéuticas para, más adelante, cerrar un acuerdo de licencia o de codesarrollo del producto.

El mesiotelioma es un tumor con un escaso índice de curación. El tratamiento actual incluye la cirugía, la radioterapia y la quimioterapia. Al dignosticarse en estado muy avanzado el tratamiento en general suele ser paliativo, explica Plasencia.

El uso del amianto fue prohibido en 1999 en la Unión Europea (UE) y en España en el 2001. Es un tumor con un largo periodo de latencia, de 30 a 40 años desde la exposición al diagnóstico, por lo que se espera un fuerte de su incidencia en Europa a partir del 2020.