El automóvil arranca de nuevo en España. Es un arranque en frío, con un mercado por los suelos (cayó un 96,5% en abril) y con las fábricas reanudando la actividad a medio gas desde hace una semana. Pero arranca. Desde mañana los concesionarios de automóviles y los centros de ITV podrán abrir para ofrecer sus servicios a los clientes. Lo harán todas las tiendas ubicadas en las zonas que hayan pasado a la fase 1 de desconfinamiento, y lo harán independientemente de los metros cuadrados que ocupen.

Así lo comunicó ayer el Gobierno con la publicación en el BOE (capítulo III, artículo 10.3) de una orden ministerial que recoge la apertura al público de «los concesionarios y las estaciones de inspección técnica de vehículos, sea cual fuere su superficie de exposición». El escollo de la superficie era clave en muchos centros, ya que todos los concesionarios superan los 400 metros cuadrados de zona de exposición (requisito máximo para abrir en la fase 1). Desde la patronal del automóvil ya se había acordado con el Gobierno la eliminación de este dato ya que, pese a ser cierto que superan los metros, la concentración de público nunca supera las normas de seguridad.

Pese a la buena noticia, los fabricantes no acaban de respirar tranquilos. Algunos de los centros de mayor volumen comercial, como los ubicados en zonas como Madrid, Barcelona, Valencia y Málaga, siguen en la fase 0. No obstante, desde la asociación de concesionarios, Faconauto, ya se había preparado el regreso a la actividad, siempre con cita previa, adoptando un protocolo que permita acreditar a cada tienda con el sello: Concesionario protegido frente al covid-19. Su vicepresidenta ejecutiva, Marta Blázquez, señalaba ayer que «los centros que estén autorizados por la fase 1 abrirán habiendo tomado todas las medidas de protección y prevención sanitaria».

Desde hace una semana, algunos concesionarios con centros de menos de 400 metros cuadrados ya habían empezado a abrir, básicamente de taller y servicios de posventa, con tareas de desinfección de coches y de instalaciones con ozono, atención higienizada y con las distancias de seguridad. En el Grupo Lesseps, por ejemplo, la empresa destinó más de 8.000 euros en materiales para cumplir con creces las medidas sanitarias. Se estima que en España se habrán invertido 11 millones de euros.

Para las zonas que todavía están en fase 0, las marcas están preparando el regreso a la actividad comercial cuando se pueda, comunicando a sus clientes la necesidad de pedir cita y advirtiendo de las medidas de seguridad sanitaria requeridas. «Muchos clientes están deseando venir porque hace ya dos meses que tienen comprado el coche y no han podido recogerlo», confiesan desde un concesionario de una marca alemana en Madrid.

La crisis ha sido un «acelerador digital», reconoce el director de Skoda en España, Fidel Jiménez de Parga. Se ha modificado en cierta medida el comportamiento de los clientes potenciales, aumentando las consultas y configuraciones de vehículos en Internet. Este cambio puede haber venido para quedarse.