Las pérdidas económicas ligadas a catástrofes naturales y desastres causados por la mano del hombre han ascendido este año a unos 258.000 millones de euros, frente a los 188.000 del ejercicio pasado, según datos preliminares calculados por la reaseguradora suiza Swiss Re.

De esta forma, los costes que han tenido que asumir las aseguradoras ha aumentado de manera significativa hasta los 136.000 millones de dólares (unos 115.000 millones de euros, al cambio actual), más del doble que en el 2016. En general, tras un ejercicio de mayores costes de este tipo, suele vnir otro en el que acaban subiendo las primas de los distintos ramos para particulares y empresas.

El 2017 ha estado marcado por los huracanes Harvey, Irma y María, que afectaron al Caribe y al sur de EEUU. Se trata, por tanto, del tercer año más caro para las aseguradoras desde 1970, según el grupo suizo.

Factura provisional

Los costes se dispararon a partir de la segunda mitad del ejercicio, periodo durante el cual los daños que ha tenido que cubrir las aseguradoras han ascendido a 93.000 millones. Y no es aún una factura definitiva sino provisional.

Hay que añadir además los incendios en California, con unos daños inmobiliarios que se han evaluado hasta ahora en unos 7.300 millones de dólares. El ejercicio se ha visto también marcado por los terremotos en México, con unos costes estimados para las compañías de unos 2.000 millones de dólares.

La catástrofe más cara del año fue el ciclón Debbie, que afectó en marzo pasado las costas del nordeste de Australia, con unos costes estimados de 1.300 millones de dólares.