El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha dictado auto de transformación a procedimiento abreviado y propone juzgar a los hermanos José María y Pedro Torrens Ferrer, dueños del Grupo Petromiralles, por liderar supuestamente una trama de fraude en el IVA de hidrocarburos que dejó de ingresar 147 millones de este impuesto a las arcas públicas entre el 2011 y el 2013, lo que les permitía vender la gasolina un precio más bajo que el de sus competidores, según informaron fuentes jurídicas.

En el auto en el que pone fin a la instrucción, el juez dirige el procedimiento, además de contra los hermanos Torrens, contra otras 24 personas por varios delitos contra la Hacienda Pública, contra el mercado y de maquinación para alterar el precio de las cosas (en su modalidad de alteración del precio del petróleo por defraudación), blanqueo de capitales, organización criminal y falsificación de documentación mercantil.

A José María Torrens le atribuye un delito de tenencia ilícita de armas. También dirige el procedimiento contra varias empresas supuestamente implicadas en esta trama, entre ellas Petromiralles SL, Petromiralles 3 SL, Petromiralles Group, Bufete Orfisa SL, Fast Petrol Company SL, Servicios Petrolíferos Avanzados SL, Servicios Petrolíferos Giralda SL, Scout Energy Petrol SL, Cian Plus SL, Rodríguez Estepa 2000 SL, Power Lios, Global Market o Prima World.

Petromiralles, empresa petrolera independiente propiedad de los hermanos Josep Maria y Pere Torrens Ferrer, se creó en 1995 dedicada a la gestión de estaciones de servicio y a la distribución de combustibles a domicilio, según consta en la página web de la empresa.

En relación con las cantidades defraudadas, el auto explica que, de acuerdo a la documentación obrante en la causa, las empresas instrumentales de la trama han dejado de ingresar por IVA 11,4 millones de euros por el ejercicio 2011, 67,3 millones por el del 2012 y 68,3 por el del 2013, lo que hace un total de 147,1 millones de euros, cantidad que deberán devolver varios de los investigados en concepto de responsabilidad civil.

AMPLIO MARGEN DE BENEFICIOS

La investigación, iniciada en Barcelona, dice el auto, permite afirmar que, al menos, entre los años 2010 y 2013, se originó en Cataluña una organización que tenía por objetivo "la obtención de una gran cantidad de beneficios dinerarios y el subsiguiente afloramiento en el mercado lícito de los ilícitos fondos que obtenía operando en el sector comercial de la distribución de productos petrolíferos, controlando la misma todas las etapas de la distribución, desde la compra de los productos a operadores logísticos nacionales y 'brokers' internacionales, hasta su distribución al por menor en gasolineras".

El juez detalla la mecánica del fraude supuestamente cometido (carrusel) y señala que, debido al sistema utilizado, las empresas implicadas no han soportado ningún IVA, lo que les permite disponer de la mercancía a un precio mucho menor al normal del mercado, pues cuentan con no liquidar la parte correspondiente a ese impuesto, un 18% hasta septiembre de 2012 y un 21% a partir de entonces. "Esto les permite comerciar con un amplio margen de beneficios, de manera que reducen sus precios de venta y, como consecuencia de ello, acaparan el mercado, llegando a corromper el mismo", señala.

Según apunta el magistrado, la trama estaría liderada por José María y Pedro Torrens Ferrer, y ayudados por Antonio Rodríguez Estepa. Para la gestión de las sociedades y mantener relaciones con el resto de empresas y personas implicadas se apoyan en sus empleados, principalmente en Eloy Vila Moroso, quien "como director de control y de Gestión de la mercantil Petromiralles SL y siguiendo las instrucciones de José María Torrens habría facilitado la ejecución de todas y cada una de las acciones tomadas por la directiva". De esta forma, sería responsable de los actos ilícitos imputados al grupo empresarial y su cúpula directiva, junto con otros implicados.

PRECIO INFERIOR AL DEL MERCADO

Según el auto, José María Torrens y su hermano Pedro eran los administradores de Petromiralles SL, Petromillares 3 SL y la suiza Willoil, empresas que aparecen como "las principales beneficiarias de la existencia de un entramado empresarial creado expresamente para lograr la obtención de productos petrolíferos a un precio sensiblemente inferior al del mercado".

"Este precio super reducido se logra haciendo, artificialmente, responsables de la liquidación del pago de los impuestos del comercio de estas mercancías a unas empresas instrumentales (Fast Petrol Company, Servicios Petrolíferos Avanzados SL y Scout Energy Petrol Company SL) a cuyo frente se colocan testaferros, que no liquidan a favor del Tesoro Público las cantidades correspondientes al IVA", añade.

El juez deduce que las empresas del Grupo Petromiralles se benefician a través de la venta de estos productos a las empresas instrumentales en un acto en el que aún no se produce el hecho impositivo respecto del IVA, dado que esta venta se realiza, bien dentro de un depósito fiscal, bien a la salida del mismo.

ESTRATEGIA COMERCIAL "PLENAMENTE CONSCIENTE Y DISEÑADA"

Posteriormente, explica, cuando ya sí se ha producido el hecho impositivo, el producto vendido desde una de las empreas del Grupo Petromiralles a una de las empresas instrumentales, tras su sucesiva venta a otras, es finalmente adquirido nuevamente por otras empresas del mismo grupo empresarial, con lo que el resultado final de esta operativa es que Petromiralles, mediante este artificio, se encuentra "en posesión de una gran cantidad de producto petrolífero que puede vender a un precio muy inferior al del mercado".

"La actividad descrita responde a una estrategia comercial plenamente consciente, diseñada y llevada a cabo por los responsables de Petromiralles", los cuales se encuentran incursos en un procedimiento judicial por hechos similares en el ejercicio 2010. En concreto, por el caso Ercobus en el que también están investigados.

DINERO A SUIZA

En la resolución, el juez también explica cómo José María Torrens administra la sociedad mercantil suiza Willoil Trading, que le serviría para adquirir el petróleo a operadores internacionales y, finalmente, vender dicho producto a otra de sus empresas. La existencia de esta empresa permitía al grupo realizar transferencias dinerarias correspondientes a los pagos de producto a Suiza.

"La organización, entre otras maneras de proceder, se valía para hacerse con las ilícitas ganancias de lo no tributado mediante retiradas de programas de dinero en efectivo, llevadas a cabo a través de los testaferros al servicio de la organización criminal con una periodicidad de dos o trs veces por semana", finalmente vehiculizando las ganancias ilícitas del impago del IVA hacia cuentas en Hong Kong y Andorra, con la ayuda de otro de los investigados, José María Talarn, apunta Velasco.