El automóvil no atraviesa su mejor momento. El coronavirus ha sido un mazado para un sector que venía de una caída de las ventas en los dos primeros meses del año del 7,6% y del 6%, respectivamente. Pero nada que ver con el estruendo de marzo cuando solo se vendieron 37.644 vehículos. El cierre de fábricas y concesionarios provocó una caída del 69% de las ventas, pero el sector ya mira hacia un futuro cargado de incentivos en el precio.

Los 2.152 concesionarios que hay en España están cerrados desde el pasado 16 de marzo, después de que el presidente del Gobierno decretase el estado de alarma, también las 17 fábricas de coches están clausuradas. Los primeros suman 151.000 empleados con expedientes de regulación de empleo (erte), mientras fabricantes como Renault, Ford, Nissan, Grupo PSA, Seat... superan los más de 50.000.

Unos y otros, reclaman líneas de crédito para garantizar la liquidez de las compañías y garantizar los empleos de sus trabajadores, pero el medio del parón se han puesto manos a la obra para planear el día después. La prioridad al acabar el confinamiento en pocos casos será comprarse un coche, fabricantes y concesionarios son conscientes de ello e idean la fórmula de dinamizar el mercado y reactivar la economía de las familias.

Para el director general de la asociación de fabricantes Anfac, José López-Tafall, es necesario diseñar un "plan de choque" en colaboración con el Gobierno y las administraciones que facilite la reactivación de las fábricas y la incentivación del mercado. "Un plan que permita recuperar las ventas y dar certidumbre a los usuarios, a través de estímulos a la compra alineados con nuestros objetivos de descarbonización del parque y renovación", según expone López-Tafall.

Coches en estoc

Los concesionarios se han quedado alrededor de 200.000 vehículos nuevos sin vender. "Esos coches habrá que sacarlos a la mayor brevedad y para eso habrá que tener incentivos", explica el presidente de la asociación de concesionarios Faconauto, Gerardo Pérez. A su juicio, se producirá una gran presión comercial cuando abran con rebajas en el entorno del 20% del precio habitual del vehículo, pero también serán necesarias medidas de colaboración público-privada.

Los concesionarios reclaman al Ejecutivo más presión a Bruselas para establecer una moratoria de la entrada en vigor de la normativa que limita las emisiones de CO2 de los vehículos ligeros hasta 95 gramos de CO2 por kilómetro recorrido. "Será imposible cumplir un plan tan restrictivo perdiendo dos meses del año", explica Gerardo Pérez.

Achatarramiento

Fabricantes y concesionarios coinciden en la necesidad de un plan de achatarramiento de vehículos antiguos con una discriminación positiva para los vehículos de cero emisiones. La edad media del parque de vehículos español es de 12,42 años, según los datos de Anfac. La propuesta pasa por revivir el famoso Plan Pive. "Eran entre 750 y 1.000 euros si era un vehículo normal y llegaba a 3.000 o 4.000 euros si era un coches eléctrico. Tenemos que copiar esa historia de éxito", asegura Gerardo Pérez.

El presidente de Faconauto reclama además una señal clara del Ejecutivo para que "aclare al cliente que puede comprar lo que quiera" en relación a la polémica desatada el año pasado alrededor del diésel que redujo las ventas de una tecnología que suponía el 90% de la facturación. "No podemos pensar que después de la gran crisis económica el cliente va a salir de su casa y se va a comprar un coche de 40.000 euros", critica Pérez. "Lo importante ahora es vender", añade.