El expresidente del Gobierno español José María Aznar niega en una entrevista en el diario francés 'Le Figaro' que el Ejecutivo de Mariano Rajoy haya desarrollado una política de austeridad, aunque este último, en su opinión, se "jacte" de haberlo hecho. En la entrevista, el exmandatario subraya que el nivel de gasto público no ha disminuido en España desde el 2008, y que el país tiene uno de los déficits más altos de la Unión Europea (UE).

Aznar recalca que "el esfuerzo espectacular de los españoles es el que ha permitido recuperar la competitividad y batir récords de exportación". Al no poder devaluar la moneda por estar en la eurozona, para el expresidente "lo único que queda es devaluar los salarios y los precios", aunque, a su juicio, "el Gobierno no asume" haberlo hecho. El Ejecutivo "se jacta por el contrario de haber efectuado una política de austeridad, ¡cuando esta última no ha existido en absoluto!", añade.

DEVALUACIÓN SALARIAL

El actual dirigente de la Fundación Faes admite a 'Le Figaro' que la situación económica española es "claramente mejor que en el 2012, cuando España atravesó la peor crisis de su historia". "Hay cosas que se han hecho bien: la reforma laboral y la reforma del sistema bancario, principalmente. Y luego el país ha ganado competitividad a través de la única vía posible, la de la devaluación salarial", añade.

El expresidente del ejecutivo español (1996-2004) advierte además contra los populismos, etiqueta bajo la que incluye tanto a Podemos como al mandatario estadounidense, Donald Trump: "La imprevisibilidad acentúa las tendencias caóticas del mundo", concluye.

LOS RECORTES

El elemento más sorprendente de la entrevista protagonizada por Aznar es esa negativa a la evidencia de la situación de austeridad y recortes vivida por España en los últimos años. La razón que lleva a Aznar a plantear esa interpretación es que en la práctica la mayoría de los recortes acometidos en los últimos años se hicieron, a instancia del Gobierno pero en las comunidades autónomas y las administraciones locales. Durante el periodo 2010-2013, fueron las autonomías (encargadas de gestionar la mayoría del gasto público social) las que hicieron el 56% de toda la reducción del déficit público de todo el Estado. Los ayuntamientos (también encargados de gestionar componentes del Estado del bienestar, como los servicios sociales) contribuyeron a la reducción en un 31,6%, mientras que el Estado central solo asumió el 12,4%.