El sector financiero se ha hecho públicamente eco este jueves del temor empresarial al incierto escenario que se puede abrir tras las elecciones del domingo. El presidente de la patronal bancaria AEB, José María Roldán, ha advertido de que "tener certidumbres es muy importante para que los agentes económicos tomen sus decisiones" de inversión. Y de forma más directa, la consejera delegada de Bankinter, María Dolores Dancausa, ha asegurado que "hace falta un Gobierno suficientemente estable y con la base necesaria para que la desaceleración se revierta, se aprueben reformas estructurales, y se corrijan los desequilibrios".

Estos pronunciamientos demuestran la preocupación empresarial a que se forme un Ejecutivo con apoyos inestables o que haya que repetir las elecciones, como ya sucedió tras las de diciembre del 2015. La diferencia es que entonces la economía iba viento en popa, mientras que ahora "no es posible evitar la desaceleración dado el contexto de la zona euro", ha alertado Roldán. Para el líder patronal, la clave es lograr que España siga creciendo más que los socios del euro, y para lograrlo hace falta un Gobierno que "ponga el foco" en la reducción del déficit y la deuda pública con el objetivo de seguir corrigiendo el endeudamiento exterior y mantener la confianza de los inversores.

Tanto Roldán ("Nada que comentar sobre el programa de ningún partido político") como Dancausa ("Hace falta un Gobierno estable, sea del color que sea") han evitado expresar públicamente sus preferencias, pero han dejado bien clara su oposición radical a las principales propuestas económicas de Unidas Podemos, particularmente a la creación de un impuesto al sector para recuperar las ayudas del rescate. La banca, ha argumentado el líder patronal, es el segundo sector que más paga (el 24% de su base imponible en España, a la que ha defendido que no se debe sumar lo que ganan y tributan en el extranjero), y además no ha recibido dinero público de forma directa, sino que ha contribuido con unos 20.000 millones de euros al rescate de las cajas.

RESULTADOS

Los bancos de la AEB (los tradicionales, excluidos los herederos de las cajas y las cooperativas) ganaron 14.846 millones el año pasado, el 23% más, incluyendo su negocio en el extranjero. En España obtuvieron 8.387 millones, frente a las pérdidas de 6.554 millones del 2017 provocadas por la debacle del Popular. La mejora del resultado se debió sobre todo a las menores provisiones para afrontar pérdidas (-13,4%) debido a la caída de la morosidad al 4,1%.

Roldán ha asegurado que el sector ha entrado en la "última fase del proceso de limpieza del balance" y que la mora debería bajar al 2% a largo plazo. Las entidades, con todo, siguen teniendo una rentabilidad (7,4%) inferior al coste del capital (en torno al 10%) y una solvencia (11,3%) por debajo del 12% que ha fijado el mercado como nuevo estándar. Bankinter, por su parte, ganó 145 millones en el primer trimestre, el 1,4% más que un año antes, gracias a los mayores ingresos y menores provisiones.