El Banco de España ha alertado hoy de la incertidumbre sobre la orientación futura de las políticas económicas en el contexto de la fragmentación parlamentaria española y de un eventual repunte de las tensiones en Cataluña.

En su Informe sobre Estabilidad Financiera correspondiente al primer semestre del año, el banco señala, entre las dudas que acechan a las economías mundiales, el alto grado de incertidumbre política, las tensiones comerciales y el endurecimiento de la política monetaria en EEUU.

Cita también la situación económica y fiscal en Italia, una nueva escalada de medidas proteccionistas, la indefinición sobre el resultado final del "brexit" y los mayores riesgos para las economías emergentes en un entorno de ralentización del comercio mundial, con un escenario cambiario y de flujos de capitales poco favorable.

El Banco de España constata que las turbulencias financieras en Italia derivadas de la incertidumbre han tenido un impacto "muy limitado" sobre los mercados financieros de España y del resto de países de la UE, si bien avisa de que no se puede descartar que nuevos episodios de incertidumbre de origen político o sobre la situación fiscal pudieran tener efectos adversos de mayor relevancia en el futuro.

Así lo señala el organismo supervisor en su informe de estabilidad financiera del mes de noviembre, en el que destaca que la situación económica y fiscal en Italia "no ha tenido una repercusión significativa en España" y los signos de transmisión a otras economías del área del euro han sido hasta la fecha "limitados".

No obstante, advierte de que no se puede descartar que nuevos episodios de incertidumbre de origen político o sobre la situación fiscal italiana pudieran tener efectos adversos de mayor relevancia en el futuro, especialmente en el contexto actual de desaceleración económica y aumento de los riesgos globales.

De hecho, subraya que la incertidumbre sobre la política económica y fiscal en Italia también tuvo un impacto adverso sobre los mercados financieros de ese país que se materializó, principalmente, en fuertes subidas en las rentabilidades de la deuda de las administraciones públicas y en incrementos notables, aunque más moderados en las de los bancos.

Según el organismo, estos movimientos han tenido hasta ahora un impacto "muy limitado" sobre los mercados financieros de España y del resto de los países de la UE.

Por el contrario, avisa de que una salida sin acuerdo del Reino Unido de la UE podría tener un impacto económico "muy adverso" en el país británico y, en consecuencia, en las empresas allí radicadas, con potenciales repercusiones sobre la continuidad de algunos contratos financieros.

Según el organismo, el alto grado de incertidumbre económica, política y el rebrote de las tensiones comerciales constituyen "un riesgo de potencial deterioro de las condiciones financieras a nivel internacional".

El organismo supervisor avisa de que desde la publicación del anterior Informe de Estabilidad Financiera (IEF) los riesgos "claramente han aumentado". En particular, cita factores como la intensificación de las tensiones comerciales; la normalización de la política monetaria en EEUU; el aumento de la incertidumbre política y económica en Italia o la falta de acuerdo por el 'Brexit'.

También avisa de que estos factores, junto a la apreciación continuada del dólar y el euro frente a las divisas de los países emergentes que haría a los mercados de estos países más vulnerables podrían conducir a una reevaluación "brusca" de las primas de riesgo provocando un endurecimiento adicional de las condiciones financieras.

A pesar de esta situación, destaca que la economía española ha mantenido su "fase expansiva", si bien mostrando una tendencia a la moderación en su crecimiento. De hecho, las previsiones del Banco de España ha revisado a la baja augurando un crecimiento del PIB del 2,6% para el 2018, 2,2% en el 2019 y 2% en el 2020.

En lo que respecta a la tasa de paro, señala que ésta ha continuado descendiendo (14,6% en el tercer trimestre) aunque mostrando cierta moderación respecto a la tendencia a la baja mostrada en trimestres anteriores.