El Banco de España calcula que toda la demanda embalsada de bienes de consumo duradero que los españoles dejaron de adquirir durante la crisis económica ya ha sido satisfecha a finales del 2016. Según las estadísticas, durante los años más duros de la crisis económica, entre el 2009 y el 2013, los consumidores españoles se apretaron el cinturón dejando para más adelante el gasto en bienes tales como muebles, electrodomésticos y equipamiento del hogar, vehículos, o equipos audiovisuales. Esta demanda embalsada empezó a desaguar con fuerza en el 2014 hasta finales del 2016 entrando, a partir de este momento, en lo que se podría considerar una velocidad de crucero normalizada.

Una evolución similar se ha detectado en relación a los bienes y servicios no duraderos no esenciales, tales como ocio y cultura, librería y papelería, vacaciones, hoteles y restauración.

A partir de este diagnóstico, el Banco de España llega a la conclusión de que «la estabilización de las tasas de crecimiento del gasto en uno y otro tipo de bienes y servicios podría anticipar una cierta desaceleración del consumo en el corto y medio plazo». Así figura en el análisis La reabsorción de la demanda embalsada de bienes de consumo duradero, publicado ayer por el organismo supervisor.

En general, el ajuste del consumo de los hogares durante las recesiones no es igual para todos los tipos de bienes y servicios, sino que incide en mayor medida sobre los duraderos y los no esenciales. En contrapartida, en las fases de recuperación los repuntes más acusados del gasto de las familias se concentran en estos mismos capítulos.

Durante la etapa recesiva, el gasto en bienes de consumo duradero retrocedió el 4,8%, 2,6 puntos porcentuales más que el conjunto del consumo, mientras que en la fase expansiva aumentó el 6,2% en promedio anual, 3,7 puntos porcentuales más de lo que lo hizo el gasto total. La evolución del consumo de bienes no duraderos no esenciales fue más inestable, con un descenso en la crisis del 3,3% y un crecimiento en la recuperación posterior del 2,9%.

A partir de ahora, en una fase más normalizada del ciclo, «la información coyuntural más reciente muestra un cierto agotamiento del fuerte crecimiento del consumo de bienes duraderos, como muestra la evolución de las ventas al por menor de bienes de equipo para el hogar». Al mismo tiempo «una vez que los consumidores han recuperado un nivel más elevado de gasto en bienes y servicios no duraderos no esenciales, se está produciendo una desaceleración significativa de sus ritmos de avance.