El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha advertido este lunes de que España tiene "margen" para mejorar su posición global en los campos de la innovación y la digitalización, "especialmente en lo que respecta al capital humano". Se trata, ha defendido, de una cuestión particularmente relevante para la economía española, ya que esta presenta unos niveles bajos de productividad en comparación con sus homólogas europeas.

Durante la inauguración de la jornada 'Digitalisation & Investmen in Intangigle Capital: The Spanish Case within the European Unión', organizada por el Banco de España y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), el gobernador ha recordado que la inversión en I+D se situó en tan solo el 1,2% del PIB en el 2017, pese a haber crecido durante tres años, frente al 2% de media europea, el 2,8% de Estados Unidos y el 3% fijado como objetivo comunitario para el 2020. El país contaba aquel año con 0,27 investigadores por cada 100 empleados del sector privado, frente a una media europea de 0,45.

En cuanto a la digitalización, ha recordado una encuesta de la Comisión Europea que sitúa a España como el país 11 de 28 en este campo. El estudio analiza cinco indicadores: conectividad, capital humano, uso de servicios de internet, integración de la tecnología digital, y servicios públicos digitales. El país está por encima de la media en cuatro de ellos y es el cuarto más avanzado en los servicios públicos que se ofrecen digitalmente. Sin embargo, es el 17 en capital humano.

RIESGOS

Hernández de Cos ha destacado que la digitalización puede "impulsar" la productividad de las empresas, pero ha advertido de que también supone "ciertos retos". Así, ha señalado que puede provocar un aumento de la concentración y una caída de la competencia en ciertos mercados. Asimismo, ha resaltado la creciente importancia de la ciberseguridad, dado el creciente flujo de datos valiosos almacenados digitalmente.

El gobernador también ha subrayado que puede provocar una "polarización" en el mercado laboral. "Los trabajos de cualificación media puede perder valor o desaparecer, mientras que hay un incremento de la demanda de perfiles laborales altamente especializados ligados a las tecnologías digitales. Esto puede conducir a una mayor desigualdad de ingresos o al menos a grandes costes para ciertos grupos de trabajadores", ha alertado.