Mismo crecimiento económico, pero con algo más de creación de empleo y más déficit público. Estas son las tres claves que guían las nuevas proyecciones del Banco de España, publicadas ayer, si se comparan con las anteriores, de septiembre, antes de la ligera mejoría mostrada en algunos indicadores económicos. Si en septiembre pasado el Banco de España certificó la mayor desaceleración de la economía española, ahora el organismo parece apuntar en la dirección de un freno en ese deterioro.

En su nuevo informe, el Banco de España mantiene en el 2% la previsión de crecimiento económico para este año y en el 1,7% y el 1,6% la de los años 2020 y 2021. Además, se incorpora la previsión para el 2022, con una tasa de crecimiento prevista del 1,5%. Todo ello, según el análisis, apunta a que «la presente fase expansiva se prolongue durante el próximo trienio», aunque mantendrá la «senda de desaceleración gradual» iniciada en el 2017.

Para el cuarto trimestre del 2019, el Banco de España prevé una tasa de crecimiento similar a la del tercero, del 0,4%, lo cual lleva al organismo a mantener su previsión del 2% para el conjunto del año. Esta proyección parte de la información sobre indicadores incorporada entre el pasado 24 de septiembre, fecha de publicación del anteriores previsiones, y el 27 de noviembre. No incorpora, pues, algunos acontecimientos posteriores, como los datos de paro de noviembre, el logro de un primer acuerdo comercial entre China y EEUU o las elecciones británicas.

En su nuevo informe, el Banco de España vuelve a subrayar la incertidumbre vinculada al retraso en la formación de Gobierno.

La previsión de creación de empleo mejora en dos décimas y alcanza el 2%, la misma tasa prevista para el PIB. Según el director de Economía del Banco de España, Óscar Arce, esta corrección al alza es fruto de la revisión estadística llevada a cabo por el INE, que, sin embargo motivó en septiembre parte del empeoramiento en las perspectivas sobre el PIB. Para el 2020, sin embargo, se mantiene la previsión de una creación de empleo del 1,3%; para el 2021, del 1,4%; y, para el 2022, del 1,2%.

La tasa de paro, en todo caso, no logra mejoras sustanciales ya que se proyecta una mayor incorporación de personas al colectivo de población activa. Así para finales del 2019 se prevé una tasa de paro del 14,3% de la población activa (dos décimas más). También se han elevado las tasas de paro estimadas para finales de cada uno de los tres próximos ejercicios, hasta el 13,6%, el 13% y el 12,5%

En cuando al déficit del conjunto de las administraciones públicas para el 2019, el Banco de España empeora ahora su previsión en una décima, hasta el 2,5% del PIB. En ausencia de nuevas medidas, la senda de déficit público pasa por el 2,1%; el 1,8% y el 1,4% para cada uno de los tres próximos ejercicios.

Para sus cálculos, el Banco de España da por hecho que las pensiones subirán en el 2020 y en los ejercicios siguientes según la inflación prevista. Así, se parte del hecho de una subida en el 2020 del 1,2%, que es la previsión de inflación del organismo para el año próximo. Esto añade una décima de PIB al déficit público estimado respecto a septiembre.