E l Banco de España recomienda reforzar las estrategias de rastreo y seguimiento de los nuevos y potenciales contagios del covid para frenar la extensión de la pandemia. Minimizar los impactos económicos de los rebrotes y evitar que estos acaben desencadenando un segundo confinamiento es el mensaje que mandó ayer el organismo presidido por Pablo Hernández del Cos. Este cierra filas con el posicionamiento manifestado en las últimas semanas por patronales y cámaras de comercio, que abogan por la inversión pública y la apuesta por las nuevas tecnologías (como la app Radar Covid) para evitar un nuevo cerrojazo de la economía española.

Hallar el complicado equilibrio entre combatir la pandemia y mantener en pie la actividad económica. Este es el dilema sobre el que indaga el estudio publicado ayer por el Banco de España, en el que el organismo alerta de los efectos de un segundo confinamiento indiscriminado sobre la economía y las pérdidas que ya han cuantificado previamente diferentes entidades y casas de estudio sobre el PIB o el empleo. Los autores de este informe recomiendan a la Administración actuar restrictivamente si es necesario, pero también abogan por hacerlo sobre sectores o territorios en función de la evolución del virus. También abogan por limitar los contactos y reuniones sociales de la población, especialmente con aquella de edad más avanzada.

El estudio del Banco de España deja documentadas dos ideas principales. El confinamiento consigue reducir la extensión del virus a la vez que destruye puestos de trabajo. Las correlaciones que establecen los investigadores constatan que aquellos municipios con mayor dependencia de las empresas consideradas no esenciales sufrieron una mayor caída de la actividad.

Cuanto más peso tienen las empresas dedicadas a los servicios no esenciales en un territorio, más sufrió dicho territorio la pérdida de empleo ante el virus. Así, por cada punto porcentual de mayor peso de las actividades no esenciales, la tasa de crecimiento del empleo es aproximadamente 0,21 puntos inferior en términos acumulados entre marzo y abril, según constatan los investigadores. Un efecto que se mantiene en el tiempo, hasta el punto de que los municipios más afectados por los cierres, apenas han experimentado un efecto repunte una vez se relajaron las medidas restrictivas.

Y cuánto mayor es la tasa de temporalidad que acumula una región, más empleo se pierde. «Los empleados temporales absorben en mayor medida la destrucción de empleo como consecuencia de la dualidad del mercado laboral español», resume el estudio. H