El Banco de España vuelve a empeorar sus perspectivas de crecimiento. El organismo que gobierna Pablo Hernández de Cos prevé ahora que el producto interior bruto (PIB) crecerá este año el 2,5%, una décima menos que lo proyectado en septiembre pasado, y dos décimas por debajo de la previsión oficial del Gobierno, del 2,7%. Para el 2019, el organismo mantiene su previsión de un crecimiento de la economía del 2,2%, si bien rebaja en un décima lo previsto para el 2020, hasta el 1,9%. Para el 2021 se avanza una previsión del 1,7%.

Según el informe sobre 'Proyecciones macroeconómicas de la economía española (2018-2021)" publicado este viernes por el Banco de España, la creación de empleo también sufrirá un frenazo en el 2019 asociado, en parte, a la subida en un 22% del salario mínimo interprofesional para el 2019, hasta 900 euros al mes. Esta es una de las razones que ha llevado al Banco de España ha rebajar del 1,9% al 1,6% el crecimiento del empleo para al 2019 a pesar de que se mantiene el avance previsto para el PIB.

"La desaceleración de la ocupación sería más intensa que la del producto en 2019, debido a que el escenario central de las proyecciones incluye los efectos de la subida anunciada, pero aún no aprobada, del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para ese año", afirma el Banco de España en su análisis. "Con todo, la creación neta de puestos de trabajo propiciará descensos adicionales de la tasa de paro, hasta situarse, a finales de 2021, ligeramente por encima del 12 %", añade.

Frenazo notable

Según el análisis del Banco de España, la revisión a la baja de las previsiones de crecimiento económico está "asociada al empeoramiento de los mercados exteriores, contrarrestada parcialmente, entre otros factores, por el efecto positivo de menores precios del petróleo". La desaceleración también es producto de la progresiva normalización de la política monetaria y la previsión de una subida de los tipos de interés.

Lo cierto es que tras un aumento del PIB del 3% en el 2017, la nueva previsión del 2,5% para el 2018 supone un frenazo notable de la senda de crecimiento, si bien el Banco de España subraya que las proyecciones "contemplan una prolongación de la actual fase alcista del ciclo" en un contexto "de continuación del tono acomodaticio de la política monetaria, de fortalecimiento de la situación patrimonial de los agentes y, en el corto plazo, de orientación fiscal expansiva, en línea con las medidas fiscales implementadas tras la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2018, y de descenso reciente del precio del petróleo"

El 2019, se mantiene

La ausencia de revisión en el 2019 es consecuencia de varios factores cuyos efectos se contrarrestan. Por un lado -según el Banco de España-, el comportamiento actual de la actividad interna está siendo ligeramente más dinámico de lo proyectado en meses previos, a lo que se unen los efectos positivos de la caída reciente del precio del petróleo. Por otro lado -añade- la valoración de los mercados exteriores es más negativa respecto a septiembre. Este último factor explica la revisión a la baja de 2020.

En las anteriores proyecciones económicas publicadas por el Banco de España en septiembre pasado, el organismo ya revisó en una décima su previsión de crecimiento de la economía española para el 2018, hasta el 2,6%. También se corrigió a la baja la previsión para el 2019, en dos décimas, hasta el 2,2% y se rebajó hasta el 2% la proyección para el 2020 (una décima menos que lo que se había previsto en junio)

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