El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, ha advertido este miércoles que en España se ha producido un proceso de concentración bancaria "muy fuerte" y que tener menos de "cuatro o cinco grandes bancos" sería perjudicial para la financiación de la economía y supondría una concentración de riesgo excesivo. El banquero se ha desmarcado así de las declaraciones habituales de otros representantes de su sector, que suelen afirmar que no hay riesgo de oligopolio, como defendió este lunes el consejero delegado del BBVA, Carlos Torres Vela.

En unas jornadas de la APIE y el BBVA, el ejecutivo se ha mostrado así contrario a que los cinco mayores bancos del país (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankia) protagonicen fusiones entre sí. En cambio, ha considerado inevitable que el resto de entidades relevantes (algo menos de diez) caigan en manos de estas grandes entidades. "Las obligaciones de emisión del MREL (nuevos requisitos de solvencia europeos) van a implicar concentraciones para las entidades pequeñas", ha sostenido.

Goirigolzarri ha recordado que los cinco mayores bancos españoles tenían una cuota de mercado por activos en el 2008 del 42,4%, que las diferentes fusiones de los últimos años elevó al 61,8% al cierre del 2016. Un nivel muy superior a la media europea (47,7%) y al de países como Alemania (31,4%), Francia (46%) o Italia (43%). Además, con la compra del Popular por el Santander, la cuota de los cinco grandes se va a elevar hasta en torno al 72%.

"El número de bancos no implica competencia. Los gestores en España somos muy competitivos. Pero hay que reflexionar desde el punto de vista de la financiación de la economía. España tiene un nivel de bancarización (aportación de recursos a las empresas a través de la banca en lugar de a través del mercado) mayor que la media europea", ha advertido el banquero.

DEMASIADO GRANDE

Goirigolzarri también ha desvelado que Bankia descartó presentar una oferta por el Popular porque era una operación "demasiado grande" para su banco y con un elevado "riesgo de implementación". Asimismo, ha negado haber sufrido ninguna "injerencia política" respecto a la entidad intervenida: "Nadie nos dijo que fuéramos o no fuéramos". Además, no ha negado que le ofrecieran la presidencia del banco en sustitución de Ángel Ron y antes de la contratación de Emilio Saracho. "Con independencia de que me la ofrecieran o no, estoy completamente comprometido con Bankia", ha afirmado.

El ejecutivo ha defendido que la junta del Mecanismo Único de Resolución (MUR) europea haga públicos los informes internos que le llevaron a intervenir el Popular ("Me parece que tiene todo el sentido del mundo") y no se ha opuesto a que se investigue la fuga de depósitos que provocó la caída de la entidad, como ha pedido el Banco Central Europeo (BCE), si bien en este punto ha asegurado que la información sobre sus problemas era "muy pública".